Cristo Rey recuerda a Puerari, un día… al máximo

CREMONA – «Me pidieron que hablara y diera un discurso, pero sólo puedo decir una palabra: ¡gracias!». Son palabras de sincero agradecimiento, que brotan de un corazón lleno de emoción, las pronunciadas por padre de Massimo Puerari, el profesor y entrenador cremonese que falleció prematuramente hace apenas un año. En su memoria, el oratorio de Cristo Re, su ‘segunda casa’, acogió estos últimos días una tarde de deporte y solidaridad con el título emblemático: un día… en el Massimo. El oratorio, base de la Polideportiva Corona de la que Puerari fue piedra angular, la Sociedad y sus amigos fraternos quisieron recordarlo con un torneo de voleibol entre padres y entrenadores, justo en el gimnasio del oratorio.

Numerosos jóvenes participaron y fueron entrenados por ‘Pue’ en un cuadrangular de fútbol, ​​voleibol, baloncesto y tenis de mesa. Mucha diversión, alegría y también un momento de reflexión, a cargo del obispo. Antonio Napolioni, quien tuvo palabras de aliento para los chicos y palabras de ternura para los padres de Massimo. En el gimnasio se ha colgado una preciosa ampliación suya, para que siempre pueda ‘dar su opinión’ y supervisar a todos los equipos que entrenarán y jugarán partidos.

Al final, un sabroso refrigerio, ofrecido por numerosas actividades cremoneses que quisieron contribuir a la realización de este día, deleitó los paladares de todos los presentes, con el acuerdo tácito de volver a reunirse el próximo año y cumplir la promesa que los organizadores hicieron. han hecho a los padres de Massimo: recordar siempre a su hijo, “porque era realmente una buena persona…”. Fue una hermosa tarde de deporte pero también de solidaridad. En el oratorio se recogieron donaciones para los proyectos impulsados ​​por las asociaciones Thisability y Accendi il Buio.

Massimo Puerari fue durante muchos años profesor de educación física en el Instituto Torriani, profesor de educación física en el Instituto Beata Vergine y, por último, pero no menos importante, instructor y educador en el polideportivo Corona, con sede en el centro de la ciudad. oratorio de Cristo Re. Una tarea que rápidamente se convirtió en una ‘misión’: «La tarea más difícil – dijo – es la de la educación a través del deporte, la integración a través del juego, el respeto a los demás a través del respeto a las reglas, el desarrollo psicosocial gracias al ejercicio físico». Palabras que fueron su pan de cada día, y que quedaron en el corazón de quienes lo conocieron.

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