Carrera lunar en el muro de la muerte.

Carrera lunar en el muro de la muerte.
Carrera lunar en el muro de la muerte.

Entrenamiento a lo largo de la pared M-Wall. Créditos: Unimi, Royal Society Open Science

El hombre está a punto de regresar a la Luna. Y esta vez para permanecer allí durante mucho tiempo, como prevé el programa Artemis de la NASA. Pero vivir en condiciones de microgravedad como las presentes en nuestro satélite tiene efectos negativos en el cuerpo humano: debilitamiento muscular, pérdida de densidad ósea, problemas de circulación.

Ahora, sin embargo, investigadores de la Universidad de Milán han identificado un sistema que permitirá a los astronautas entrenar en la Luna y así prevenir la aparición de estos trastornos físicos.

De hecho, correr en la Luna es imposible: si un astronauta lo intentara, terminaría saltando en lugar de avanzar. La investigación, publicada en la revista Ciencia abierta de la Royal Societydemostró que, sin embargo, un astronauta podía correr horizontalmente sobre la pared vertical de un cilindro de 10 metros de diámetro, como los que se encuentran dentro de los llamados muros de la muerte (La pared de la muerte) en el que actúan los motociclistas.

«En la Tierra, es imposible que un hombre corra dentro de estos cilindros porque la fuerza muscular de la carrera es insuficiente para lograr un rendimiento suficiente para contrarrestar la gravedad terrestre y permanecer “pegado” a la pared”, explica Alberto Minetti, profesor de fisiología de la Universidad Estatal de Milán y coordinador del estudio. «En nuestros experimentos, sin embargo, simulamos las condiciones gravitacionales lunares, que son 1/6 de las de la Tierra. Alquilamos una atracción similar a las que se encuentran en el parque de atracciones, rebautizada como “M-Wall” por el grupo de investigación siguiendo la sugerencia de la ESA (Agencia Espacial Europea), y un brazo telescópico para la construcción, extensible hasta 40 metros de altura. A algunos voluntarios los suspendimos de este brazo con un cabestrillo formado por bandas elásticas, apretadas hasta el punto de aliviar su peso corporal en 5/6 de su valor terrestre. Después de una breve familiarización, los voluntarios lograron correr horizontalmente a una altura constante sobre la pared vertical, como los motociclistas acrobáticos en la Tierra, con una velocidad de 19 a 22 km/h”.

Un astronauta, al correr por una pared incluso a velocidades ligeramente más bajas, genera una gravedad artificial lateral mucho mayor que la que actúa verticalmente sobre nuestro satélite. Esto, en la Luna, le permitiría seguir entrenando y así combatir el deterioro de las condiciones de control osteomuscular, cardiovascular y neuromotor inducido por la estancia prolongada en hipogravedad. De hecho, el análisis biomecánico e, indirectamente, energético de la carrera ha demostrado que la intensidad de la locomoción y las fuerzas de impacto al contacto pueden mantener la masa muscular y la densidad ósea en niveles “terrestres”. Además, este ejercicio de cuerpo libre implicará el sentido del equilibrio y por tanto también el control motor.

«Se espera que dos sesiones de unos minutos al día sean suficientes y que se puedan aprovechar las paredes de los módulos habitables de los astronautas (que se prevé que sean circulares), minimizando el espacio extra necesario para permanecer en nuestro satélite», concluye Minetti.

Fuente: comunicado de prensa de Unimi

Para saber mas:

Mire el vídeo en la página de Facebook de la Universidad Estatal de Milán:

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