En el planeta rojo, la primavera trae consigo un espectáculo natural tan fascinante como misterioso. El imágenes capturadas por la sonda Trace Gas Orbiter de la misión ExoMars, un proyecto conjunto deAgencia Espacial Europea y la agencia espacial rusa Roscosmos, revelan detalles sorprendentes de este fenómeno. Las fotografías muestran formaciones que parecen cientos de pequeñas arañas negras extendiéndose por la superficie naranja de Marte, particularmente evidente en un área apodada “Ciudad Inca” por su parecido con las ruinas antiguas vistas desde arriba.
Estas formaciones no son más que el resultado de explosiones que fracturan el suelo helado, provocado por el aumento de las temperaturas durante el cambio estacional marciano. Estas explosiones pueden alcanzar dimensiones impresionantes, hasta un kilómetro de diámetro, y son un fenómeno único vinculado a las particulares condiciones climáticas del planeta.
Marte, al igual que la Tierra, tiene un eje inclinado que hace que las estaciones cambien. Sin embargo, las estaciones marcianas son muy diferentes a las de la Tierra. Durante el invierno marciano, las temperaturas pueden bajar a menos 120 grados Celsiusdando lugar a la formación de una gruesa capa de hielo seco de depósitos superficiales de dióxido de carbono.
Con la llegada de la primavera, este hielo seco no se derrite sino que se sublima pasando directamente del estado sólido al gaseoso. Este proceso provoca un aumento de presión dentro de los depósitos de hielo hasta que se produce una explosión. Estas explosiones hacen que la superficie de Marte parezca un campo en ebullición, con grietas en el hielo y polvo oscuro expulsado hacia arriba a través de pequeños géiseres.
El manchas oscuras, que dan la impresión de arañas, son en realidad polvo oscuro que se desprende de las capas subyacentes y que las explosiones empujan a la superficie. Las “patas” de la araña son fracturas en el hielo que se forman tras estas explosiones.
Estos fenómenos no sólo ofrecen un espectáculo visual extraordinario sino que también son de gran interés científico. Estudiar estos procesos ayuda a los científicos a comprender mejor la dinámica estacional de Marte y las interacciones entre la superficie y la atmósfera del planeta. Además, comprender estos fenómenos puede proporcionar pistas valiosas sobre fuentes potenciales de agua y cómo estos recursos podrían usarse en futuras misiones humanas a Marte.
La “Ciudad Inca” y sus extraordinarias formaciones son sólo un “ejemplo de cómo Marte continúa” sorprendiendo y fascinando a los científicos y al público. Cada nueva imagen y datos que recibimos del planeta rojo nos acerca un poco más a comprender un mundo que algún día podría albergar las huellas del hombre.
En conclusión, las estaciones en Marte, aunque sumamente diferentes a las nuestras, son testigos de fenómenos naturales de gran poder y belleza. Las explosiones que crean formaciones parecidas a arañas en la superficie del planeta no sólo son fascinantes de observar sino que también son fundamentales para nuestra comprensión de Marte como un entorno dinámico y en constante cambio. Con cada primavera marciana, nos acercamos cada vez más a descubrir los secretos de este enigmático mundo.