Una celebración de la pura alegría de vivir. Revisión de Alessandria hoy

Una celebración de la pura alegría de vivir. Revisión de Alessandria hoy
Una celebración de la pura alegría de vivir. Revisión de Alessandria hoy

“Oda al Día Feliz” de Pablo Neruda es una celebración sublime de la alegría existencial, un canto a la felicidad pura y simple que impregna cada rincón del corazón del poeta. En estos versos, Neruda nos invita a compartir un momento de completa dicha, libre de acontecimientos extraordinarios o circunstancias externas. La felicidad descrita es intrínseca, arraigada en el simple acto de existir y respirar.

El poeta explora esta alegría a través de imágenes naturales y sensoriales. Su felicidad se compara con la hierba de la pradera, la piel de un árbol, el agua, los pájaros y el mar. Estos elementos de la naturaleza no sólo encarnan la inmensidad y profundidad de su estado emocional, sino que también enfatizan la conexión entre el hombre y el mundo natural.

Neruda utiliza un lenguaje simple pero poderoso para transmitir una sensación de unidad con el mundo. Su felicidad es a la vez física y emocional: oye el aire cantando como una guitarra, toca la rodilla de su amada y la compara con la frescura del cielo. Estas metáforas refuerzan la idea de que la felicidad es una fusión armoniosa entre cuerpo y alma, entre el individuo y el universo.

El poeta no necesita ningún motivo para ser feliz más que la pura alegría de estar y compartir momentos íntimos con su amada. La imagen de su compañero convirtiéndose en arena y canción sugiere una profunda interconexión entre ellos y el mundo que los rodea. La felicidad es tan intensa que el poeta sólo quiere dejarse llevar, sin importarle nada más que el simple hecho de ser feliz.

“Oda al día feliz” es una invitación a reconocer y abrazar la felicidad en las pequeñas cosas, a encontrar la alegría en la sencillez de la vida cotidiana y en la belleza de la naturaleza. Neruda nos recuerda que la felicidad es una elección, un acto de voluntad para estar presente en el momento y apreciar lo que tenemos.

Oda al Día Feliz, de Pablo Neruda

Esta vez déjame ser feliz,
a nadie le pasó nada,
no estoy en ninguna parte
simplemente sucede que soy feliz
hasta el último rincón profundo del corazón.

Caminar, dormir o escribir,
¿Qué puedo hacer? Estoy feliz.
Soy más interminable que la hierba de las praderas,
mi piel se siente como un árbol marchito,
y el agua abajo, los pájaros arriba,
el mar como un anillo alrededor de mi vida,
la tierra esta hecha de pan y piedra
el aire canta como una guitarra.

Tú a mi lado en la arena, eres arena,
cantas y estás cantando.
El mundo es mi alma hoy.
Canción y arena, el mundo hoy es tu boca,
déjame en tu boca y en la arena
ser feliz,
se feliz porque si,
¿Por qué respiro y por qué respiras tú?
se feliz porque toco tu rodilla
y es como si tocas la piel azul del cielo
y su frescura.
Hoy déjame ser feliz, solo yo,
Con o sin todos, sé feliz con la marihuana.
y la arena sea feliz con el aire y la tierra,
ser feliz contigo, con tu boca,
ser feliz.

Poema de: bibliotecamo.it

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