“El día que todo cambió.” La historia de Cora y la importancia de tomar partido

“El día que todo cambió.” La historia de Cora y la importancia de tomar partido
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El día que todo cambió, Laura Pezzino, Il Battello a Vapore

Cora tiene 11 años, es una chica de ciudad que, debido a una serie de acontecimientos, se encuentra pasando el verano en Brisca, un pequeño pueblo de los Apeninos toscano-romanos. Es donde creció su madre Tilda y donde su abuela dirige un bar desde tiempos inmemoriales.

El plan de Cora es dedicarse a escribir, su sueño, pero en realidad día tras día su cabeza se llena de cosas cada vez más grandes e importantes. Se hace amiga de un pequeño grupo de chicos del pueblo que la introducen en su círculo de “partisanos”, reconstruye la memoria de su familia y al mismo tiempo logra salvar el bar de su abuela, puesto en peligro por un antiguo contrato firmado. cincuenta años antes tiene que ver con una lucha entre partisanos y fascistas.

La abuela Irma era relevo partidista, está escrito en blanco y negro en el diario que Cora encontró en un viejo baúl, su nombre de guerra era Liliana y su aporte a la lucha fue precioso.

El verano de Cora se convierte en una oportunidad única para comprender lo importante que es en la vida tomar partido y que libertad ante todo significa acción y responsabilidad.

En este período, hay más libros en las estanterías que cuentan a los más jóvenes qué fue la Resistencia. No siempre lo han logrado. La voz de Laura Pezzino, sin embargo, es auténtica, su entusiasmo lo comprobamos de primera mano en la Feria del Libro Infantil de Bolonia en un encuentro en el que habló con Daniele Aristarco y Silvana Sola.

Cora es hoy una adolescente creíble, está lidiando con sus dificultades (una madre que no se encuentra bien y un padre distante que vive en Estocolmo), no sabe nada de su abuela porque ella y su madre discutieron y, probablemente como muchos de sus compañeros, poco o nada sabe de lo que representó la Resistencia para nuestro país. La historia con S mayúscula encaja naturalmente en su existencia entre desafíos de libros, baños en el río y reuniones con amigos.

Una novela bien documentada en la que no se siente en absoluto lo que a veces se fuerza en la narración de la historia. Todo fluye y la contemporaneidad y el pasado se entrelazan felizmente.

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