Libro electrónico o libro en papel: ¿cuál preferimos?

Tecnología en la lectura: libros electrónicos

PSICOLOGÍA DIGITAL – (Nº 53) Libro electrónico o libro en papel: ¿cuál preferimos?

cuando el primero libros digitales hicieron su aparición, parecía inevitable que reemplazaran a sus homólogos de papel; Son más baratos, cómodos, prácticos. Sin embargo, este no es el caso. Aunque podemos leer en teléfonos inteligentes, tabletas y lectores electrónicos, tener un volumen en papel en nuestras manos sigue siendo una experiencia única. Los dos modos de lectura coexisten y, para los lectores, tienen propósitos y funciones diferentes que también dependen del contexto y el tipo de texto (Spjeldnæs, 2022). La lectura no se limita a decodificar y comprender símbolos culturalmente establecidos; es un proceso que involucra razonamiento crítico, pensamiento, formación de opinión y desarrollo de habilidades imaginativas; es una de las expresiones fundamentales del intelecto humano que se cultiva desde la infancia.

Allá lectura Implica una serie de procesos cognitivos, como la memorización y la atención, y los sensoriales, la vista y el tacto, que se estimulan de forma diferente según el medio (Schwabe et al., 2022).

¿Cómo cambia la tecnología digital los hábitos de los lectores? ¿Existen diferencias de comprensión al leer el mismo texto en pantalla o en papel?

La diferencia entre lectura digital y en papel

Hojear un libro es algo completamente diferente a pasar el dedo por un lector electrónico: el contenido será idéntico, pero la forma en que se utiliza es diferente. Podemos decir que los libros en papel y digitales ofrecen diferentes posibilidades. Las posibilidades son las propiedades de un objeto que “invitan” a las personas a una acción, que permiten o limitan lo que se puede hacer con ese objeto; este concepto se refiere a la relación entre un objeto y sus propiedades específicas (Gibson, 1977).

¿Cuáles son las ventajas de un libro digital? Hipervínculos, contenidos multimedia e interactivos, ‘navegación’ mediante barras de desplazamiento y enlaces internos, funciones como diccionarios, edición de fuentes e iluminación. Un libro en papel “invita” a la acción de ser hojeado y disfrutado según un orden y una estructura bien definidos; Incluso simplemente consultar las notas al final del capítulo requiere un comportamiento proactivo por parte del lector y uno no puede “salir” del texto, por ejemplo conectándose a una librería o tienda en línea como si fuera un lector electrónico (Schwabe et al. , 2022).

Estas diferencias implican la adopción de nuevas estrategias cognitivas para procesar la información; desde el punto de vista sensoriomotor y cognitivo las dos formas de lectura, digital y analógica, no son equivalentes (Dani, 2023). Y el lector lo sabe bien: adaptar el estilo de lectura al medio. De hecho, se prefiere la lectura digital para textos narrativos que tienen un mayor impacto emocional que, por ejemplo, los textos educativos (Spjeldnæs et al., 2022).

Libros electrónicos y libros en papel: metacognición

Lo que cambia son precisamente los procesos de lectura: leer en papel requiere estrategias metacognitivas más determinadas, incluido el seguimiento y la autorregulación. Al comparar mediante una técnica de seguimiento ocular cómo los lectores abordan los dos modos de lectura, Jian (2022) demostró que cuando leen un libro en papel, las personas se concentran de manera más selectiva e intencional en el texto, comprendiéndolo así mejor. Esto podría deberse, como afirma la teoría de los paisajes textuales, a que un texto impreso ayuda a los lectores a construir una representación mental más clara que facilita el aprendizaje y la memorización de información. No se puede descartar que esto cambie con el tiempo y con las nuevas generaciones, acostumbradas desde temprana edad a lidiar con lectura digital. De hecho, es algo que se ha estudiado con sujetos nacidos y criados con libros en papel que, sólo más tarde y ya de adultos, introdujeron la lectura digital. Por tanto, el hecho de que los textos impresos se utilicen y memoricen con más atención puede deberse a las experiencias adquiridas en este sentido, es decir, a la asociación del texto impreso con el texto de estudio.

Pero también hay otro factor a considerar: la distracción. A libro digital ofrece diversos estímulos que pueden distraerte del texto en sí, simplemente porque estás conectado a Internet. Incluso los lectores electrónicos, diseñados para simular lo más fielmente posible la experiencia de leer un libro impreso, están conectados; mientras que si leemos en una computadora, tableta o teléfono inteligente estamos aún más expuestos a estímulos que nos distraen, como las notificaciones de las aplicaciones. Los dispositivos digitales son un “ecosistema de tecnologías disruptivas”, un conjunto de distracciones digitales que pueden dificultar la inmersión en la lectura (Dani, 2023).

¿Preferimos libros electrónicos o libros en papel?

Para el lector lo esencial es la sensación de estar inmerso en el texto; cuando estás motivado, cualquier interferencia digital pasa a un segundo plano (Spjeldnæs et al., 2022). Los lectores más apasionados y expertos se mueven con facilidad entre el papel y libros electrónicos adaptando sus hábitos a diferentes situaciones. La preferencia por un modo u otro parece depender más del propósito que del medio utilizado: suelen preferir libros en papel para las obras que consideran más significativas, con una estructura narrativa compleja y profunda; al mismo tiempo aprecian las ventajas prácticas que ofrece libros electrónicos y los dispositivos digitales, como la accesibilidad y la personalización, lo que los convierte en una opción válida para una lectura más ligera y escapista.

La ficción tiene una función diferente a la de un texto científico: si la primera es capaz de evocar emociones y estimular la imaginación, la segunda está destinada al aprendizaje de conocimientos y habilidades. Aunque la idea general es que, tarde o temprano, los textos digitales sustituirán por completo a los analógicos (Dani, 2023), los libros en papel siguen siendo muy apreciados. ¿Por qué pasó esto? ¿Por qué todavía leemos libros impresos? Porque la lectura no sólo responde a la necesidad de adquirir información; es ocio, un escape de la vida cotidiana para sumergirse en mundos fantásticos. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que desconectando un rato? Un libro en papel es sólo eso, un pequeño momento de evasión.

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