Un cachorro quemado en un incendio es adoptado por un bombero y se convierte en un ejemplo para los más pequeños

El perro Smoky se quemó en el incendio de una casa. Todavía era un cachorro, pero era más fuerte que esas profundas quemaduras que llevaba en el cuerpo. Ahora, adoptado por el jefe de bomberos, se convertirá en un símbolo de resiliencia pero también de la importancia de enseñar la prevención de incendios incluso a los más pequeños.

Aquel terrible día en Brookings, Oregón (Estados Unidos), con él en esa casa estaban su familia humana y su madre de cuatro patas, todos a salvo mientras la casa era destruida. Los bomberos llevaron al cachorro de 7 kilogramos a South Coast Humane Society, donde encontraron quemaduras únicas en su espalda y otras partes de su cuerpo que parecían estar “hechas de plástico”.

Smoky, como lo llamaron después de lo sucedido, necesitó muchos cuidados intensivos, incluidos múltiples baños fríos, medicamentos, ungüentos, tratamiento de heridas y extirpación de piel. Unas semanas más tarde, cuando las heridas del perro estaban sanando y el cachorro comenzaba a sentirse con más energía, la organización llamó al jefe Corey Bryant del Distrito de Protección contra Incendios de Greenacres: se había enamorado de ese cachorro y de su determinación y ganas de vivir.

Ahora Smoky ha sido adoptado por el bombero que lo llevó a casa. Y a pesar del difícil comienzo en la vida, el pequeño sobreviviente será entrenado y llevado a escuelas del área con el Jefe Bryant para ayudar a enseñar a los niños sobre los incendios domésticos y cómo prevenirlos.

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