Una mujer con doscientos euros en el bolsillo recibidos tras el servicio sexual y su acompañante esperándola en el coche con una porra de hierro extensible. Un ciudadano rumano y un italiano, ambos de 29 años, fueron denunciados por delitos de prostitución e introducción de armas y expulsados de San Marino. Los movimientos del coche en el que ambos llegaron a la República hicieron sospechar a los agentes de la sección operativa de Aduanas de la Guardia di Rocca. Coche del que, en la plaza de uno de los Castelli del Titano, se bajó la mujer que tenía una cita con un cliente. El hombre permaneció esperándola sentado al volante de aquel coche del que, durante el control policial, salió una porra de hierro. Los dos fueron llevados al mando para aclarar los motivos de su presencia en San Marino. La mujer declaró que era escolta y el hombre dijo que el arma la usaba para protegerla durante el ‘trabajo’. Los agentes también se incautaron de los aproximadamente 200 euros que recibió la joven por el servicio. En los días anteriores, la sección operativa de la Guardia di Rocca también había llevado a cabo toda una serie de otras intervenciones, incluida una por violencia de género, denunciando a tres ciudadanos extranjeros, todos los cuales fueron expulsados del territorio porque tenían antecedentes penales.
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