En el panorama de las facturas de energía italianas está surgiendo una paradoja que preocupa a los usuarios: a pesar de una caída significativa de los precios mayoristas de la energía en los dos primeros meses del año, los costes de las facturas de gas y electricidad parecen seguir siendo sorprendentemente altos, si no incluso aumentando.
Según se informa, el coste de la energía ha disminuido aproximadamente un 30%, pero los consumidores no han visto la reducción correspondiente en sus facturas. ¿Cuáles son las razones de este fenómeno? En primer lugar, hubo un aumento del IVA, que afectó directamente a los costes energéticos. Desde el pasado 1 de enero, el IVA del gas ha vuelto a niveles “ordinarios”, lo que supone un incremento del 10% para usos civiles e incluso del 22% para el resto de supuestos. Esto representa un cambio respecto a lo dispuesto en la ley de Presupuesto 2022, que había reducido la tasa al 5%. A esta situación contribuyó la ausencia de una renovación de esta medida en el último presupuesto gubernamental.
Además, muchos usuarios se encontraron ante contratos de precio fijo renovados a tarifas más altas, fenómeno agravado por el fin del mercado protegido y la transición al mercado libre tanto del gas (a partir de enero) como de la electricidad (a partir de julio). Este cambio de régimen ha resultado, para algunos, en un aumento de los costos sin la correspondiente reducción de energía.
El Observatorio Billoo ha contribuido a arrojar luz sobre esta situación, destacando que actualmente hay pocas ofertas en el mercado libre que sean más ventajosas que las del mercado protegido. Sin embargo, hay optimismo en que las ofertas están mejorando y pueden, con el tiempo, volverse más competitivas. Además, la eficiencia en el uso de la energía ha sido identificada como otro factor crítico que influye en el costo de las facturas de energía. Los análisis realizados han demostrado que muchos consumidores podrían ahorrar significativamente con un consumo más racional y eficiente.
De cara al 1 de abril, otro desafío se cierne sobre los usuarios italianos: la expiración de la contribución extraordinaria a la electricidad, destinada a las familias que se benefician del bono eléctrico. Esto significa que el bono eléctrico volverá a sus importes habituales, con un impacto directo en las facturas energéticas de las familias italianas.
