Noticias temáticas – Semana Santa: ¿cómo estuvo el tiempo?

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En el imaginario colectivo, Semana Santa y Lunes de Pascua son sinónimo de la llegada de la primavera y de las ganas de estar al aire libre, independientemente de que caigan en el mes de marzo o abril.

La primavera, sin embargo, se caracteriza por una marcada variabilidad meteorológica; Al analizar los datos de los días de Pascua de 1990 a 2023 en Génova, vemos que el tiempo fue variable en general, con una alternancia a menudo clara entre claro y nublado a lo largo de los dos días.

Desde el punto de vista climatológico, la Semana Santa se sitúa en el contexto de una primavera aún incierta, caracterizada normalmente por un segundo pico de precipitaciones (tras el más intenso del otoño) y una recuperación gradual de las temperaturas debido al alargamiento de las temperaturas. horas de luz. Sin embargo, no sorprenden nuevos retornos continentales o septentrionales -como el que estamos viviendo en los últimos días- que representan los últimos ‘golpes del invierno’.

En este contexto estacional domina el clima caracterizado por la variabilidad meteorológica propia de marzo y abril: sólo en 6 ocasiones (en los años 1991, 1992 y 1997, 2004, 2017 y 2022) los días de Pascua y el Lunes de Pascua se caracterizaron por temperaturas estables y despejadas. , mientras que llovió 6 veces (en 2000, 2003, 2005, 2010, 2016 y 2019).

En el intervalo considerado, hubo una decena de Semana Santa “bajas” que caen en un periodo similar al de 2024, y destacan, entre Semana Santa y el lunes de Pascua, 15 días mayoritariamente soleados y 9 más inciertos (6 muy nubosos o cubiertos y 3 nublado). Entre ellas, curiosamente, las peores Semana Santa cayeron el 27 de marzo: en 2005 cayeron 26,6 mm de lluvia, en 2016 “sólo” 16,8.

Para saber cómo será el tiempo esta Semana Santa hay que esperar a las previsiones de los próximos días….

Comentario climatológico sobre la transición del invierno a la primavera.

En invierno, Liguria se ve claramente afectada por el anticiclón que se estaciona sobre Europa Central o por las llamadas depresiones de “sotavento” (o “Golfo de Génova”).

Así tenemos dos tipos de tiempo más frecuentes, con características opuestas.

Cuando predomina el anticiclón, los días son claros, transparentes o poco nublados, las temperaturas son bastante bajas, los vientos son fríos del este.

Si, por el contrario, las depresiones son las protagonistas, hay precipitaciones abundantes y nubosidad alta; el tiempo tiende a mejorar cuando las depresiones evolucionan hacia el sudeste, seguidas a menudo por una corriente duradera de viento del norte, que puede soplar durante uno o dos días; la región también se ve afectada por los vientos Fohen y, en la parte oriental, por fuertes vientos del noreste, similares al Bora.

Al comienzo de la primavera, la situación meteorológica no difiere significativamente de la del invierno: todavía predominan las depresiones del golfo de Génova, que tienden a desplazarse hacia el valle del Po, provocando fuertes lluvias en la región de los Apeninos, en un escenario que a veces se alterna con cifras más estables y secas, con ventilación este.

Sólo hacia mayo comienza a imponerse el tipo anticiclónico de verano, cuando las depresiones de sotavento se vuelven bastante raras y poco profundas debido a la incómoda presencia de altas presiones, que en los últimos años han ido adquiriendo cada vez más características norteafricanas; sin embargo, sobre todo en mayo, no se pueden descartar infiltraciones de aire más húmedo y fresco, con periodos de lluvia en ocasiones.

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