(Jim Vondruska, Reuters/Contrasto)
El 18 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó su preocupación por el aumento de casos de transmisión de la cepa H5N1 de influenza aviar a otras especies, incluidos los humanos.
“La hipótesis genera una enorme preocupación”, dijo Jeremy Farrar, científico jefe de la agencia de salud de las Naciones Unidas, en una conferencia de prensa en Ginebra.
El temor es que el virus H5N1, que ha mostrado “una tasa de mortalidad extraordinariamente alta” en personas infectadas por animales, pueda mutar y adquirir la capacidad de transmitirse de un humano a otro.
Actualmente no hay evidencia de transmisión de persona a persona del virus H5N1.
Entre el 1 de enero de 2003 y el 1 de abril de 2024, la OMS registró 889 casos de influenza aviar entre humanos en veintitrés países. Hubo 463 muertes, con una tasa de mortalidad del 52 por ciento.
“Más que monitorear a las personas infectadas por animales, es importante entender cuántas infecciones humanas ocurren sin nuestro conocimiento, porque es ahí donde se producirá la adaptación del virus”, explicó Farrar.
“Si me infecto con el H5N1 y muero, la cadena de transmisión se rompe, pero si sigo transmitiéndolo a otros, comienza un ciclo”, añadió.
Infectado por una vaca en Texas
Sin embargo, por el momento los casos de transmisión a humanos siguen siendo muy raros.
En febrero, un niño de nueve años murió de gripe aviar en Camboya. El país asiático ya había registrado tres víctimas en 2023.
A principios de abril, las autoridades estadounidenses revelaron que un hombre en Texas dio positivo por gripe aviar después de haber sido infectado por una vaca.
El paciente tenía “enrojecimiento de los ojos” como único síntoma, dijeron las autoridades, y agregaron que fue aislado y tratado con un medicamento antiviral utilizado para la influenza.
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