Ayuno ¿sí o no contra el cáncer? ¿Qué dice el doctor?

Ayuno ¿sí o no contra el cáncer? ¿Qué dice el doctor?
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“Hoy en día comemos demasiado, comemos en exceso. Sufrimos obesidad, diabetes y patologías crónicas relacionadas con la alimentación. Y está bien que todos reduzcan su ingesta diaria de calorías”. El interés de la investigación científica por la restricción calórica también “ha crecido con los años”. Así lo explica a Adnkronos Salute el epidemiólogo Franco Berrino, quien lleva años estudiando el papel de la nutrición en la salud humana y los estilos de vida asociados a enfermedades crónicas. Se han realizado muchas investigaciones sobre el ayuno y la restricción calórica, destaca.

Ayer se anunció el último proyecto, coordinado por el Instituto Nacional del Cáncer (Int) de Milán, Desayuno 2: un estudio de dos años de duración en el que participarán unas 150 mujeres de 18 a 75 años, en 12 centros del país, para evaluar los efectos de restricción calórica -en comparación con una dieta sana y equilibrada, pero no restrictiva- en pacientes candidatas a recibir tratamiento prequirúrgico de quimioinmunoterapia contra el cáncer de mama triple negativo.

El ensayo es el primero de su tipo y nos permitirá aclarar no sólo el impacto de la restricción calórica en el cáncer, en comparación con un patrón dietético diferente, sino que también nos permitirá analizar cómo el ayuno influye en los resultados de los tratamientos farmacológicos. . “Aunque no conozco los detalles – observa Berrino – creo que es importante explorar finalmente estos aspectos”. El fundamento de los estudios que investigan la restricción calórica y el impacto en los tumores “es reducir la disponibilidad de glucosa – porque las células tumorales tienen una enorme necesidad de glucosa – para reducir el estado inflamatorio. La restricción calórica tiene estos dos efectos: reduce el azúcar en sangre y la inflamación. “.

En general, continúa Berrino, “desde hace más de 100 años se sabe que reduciendo la comida que damos a los animales, estos viven más tiempo, enferman menos de cáncer y enfermedades cardíacas. Los últimos grandes estudios realizados en este frente han tenido como objetivo reducir la cantidad de alimento administrada a los animales es del 20-25%. “Lo que se ha observado es que” estos modelos animales “reducen a la mitad el riesgo de infarto y cáncer y eliminan el riesgo de diabetes”. ¿Qué lecciones podemos extraer de la ciencia? “Yo digo: confiemos, comamos un poco menos. Y no comamos comida ‘chatarra’, sino elijamos alimentos naturales”. ¿Cómo puedes aplicar las sugerencias que provienen de la ciencia en tu rutina? “Si tuviera que dar un consejo práctico, la línea que sugeriría sería: desayuno abundante, almuerzo adecuado y cena ligera”.

Cuando hablamos genéricamente de ayuno nos referimos a diferentes patrones dietéticos, como también explica la Airc en su web, ahondando en el tema ‘ayuno y cáncer’. La evidencia científica más sólida – leemos – se refiere a tres formas de ayuno: la dieta ‘que imita el ayuno’, que implica una ingesta baja de calorías (100-1.100 Kcal diarias) y de proteínas (9-11%), pero rica en grasas ( 44-46%) para los días 1-5 de la semana; restricción calórica, que implica la reducción diaria de la ingesta energética (-20/-40%) obtenida mediante una menor ingesta de todos los macronutrientes (pero no de vitaminas y sales minerales); Ayuno intermitente, que requiere que prestes atención al momento de comer, ampliando la ventana de tiempo en la que no introduces alimentos en tu organismo. Los que exploran este enfoque, señala Berrino, “son estudios sobre factores de riesgo, no sobre mortalidad”.

En general, las estrategias alimentarias “especiales” requieren atención y apoyo de expertos. ¿Qué puedes hacer en la vida cotidiana? “Como buen hábito de vida, es bueno reducir la ingesta diaria de calorías, especialmente por la noche”, siguiendo uno de los dichos favoritos del experto: “Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un pobre”.

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