Un avión de la compañía española Air Europa se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia la mañana del 1 de julio en Brasil tras encontrarse con fuertes turbulencias que causaron una treintena de heridos. El avión, un Boeing 787-9, transportaba 325 pasajeros y partió de Madrid hacia Montevideo, Uruguay. Es el tercer acontecimiento importante de este tipo en cuestión de semanas.
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Una vez frente a la costa brasileña, el vuelo UX45 terminó en medio de turbulencias. Los datos proporcionados por la plataforma Flightradar24 muestran una variación significativa de la velocidad a una altitud de 36 mil pies (unos 11 mil metros) alrededor de las 6.34 horas (hora italiana), pero actualmente no está claro si los dos eventos están relacionados.
Las consecuencias
Durante las turbulencias varias personas, que en ese momento no llevaban puesto el cinturón de seguridad, fueron arrojadas contra el techo, dañando en algunos casos las partes internas de la aeronave. Los pilotos, alertados por las azafatas, solicitaron un aterrizaje de emergencia en Natal, Brasil, para recibir primeros auxilios. Había 15 ambulancias esperando el vuelo – informaron los medios locales – y de los treinta heridos, siete fueron hospitalizados en hospitales de la ciudad, mientras que los demás “sufrieron contusiones leves”, indicó la aerolínea en una nota.
El caso de la ruta Londres-Singapur
Este es el tercer accidente importante en unas pocas semanas a gran altura y los tres involucraron turbulencias severas. El 20 de mayo, un Boeing 777-300ER de Singapore Airlines procedente de Londres con destino a Singapur realizó un aterrizaje de emergencia en Bangkok, Tailandia. Un hombre a bordo perdió la vida, probablemente a causa de un infarto, y un centenar de personas resultaron heridas.
El vuelo Doha-Dublín
El 26 de mayo, un Boeing 787 de Qatar Airways, que volaba de Doha a Dublín, sufrió graves turbulencias mientras sobrevolaba Turquía. El avión aterrizó debidamente en Irlanda con 12 pasajeros y miembros de la tripulación heridos. Estos hechos llevaron a las aerolíneas reunidas en la reunión anual de la IATA a incluir las turbulencias entre los eventos a seguir con más atención.