¿Pero realmente está llegando el euro digital? El primer presupuesto del BCE y los próximos pasos para la nueva moneda electrónica

A finales de 2025, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo decidirá si continúa con el proyecto del euro digital o no. Y en cualquier caso, la decisión final sólo se tomará después de que el Parlamento Europeo haya legislado sobre el tema. Estos son los próximos pasos ilustrados por el BCE en su primera Informe de progreso sobre la fase preparatoria del euro digital, la moneda electrónica alternativa al efectivo en la que trabaja la institución dirigida por Christine Lagarde. Se trata de un proyecto con un doble objetivo: llevar el efectivo a la era digital, pero también dotar a Europa de una infraestructura de pagos pública y autónoma.

Los siguientes pasos

Tras una fase de investigación que comenzó en 2021, el pasado mes de octubre el Consejo de Gobierno del BCE inició una fase de preparación que durará dos años, es decir, hasta octubre de 2025. Esto significa, según las predicciones iniciales de Lagarde, que el euro digital no verá la luz antes de 2026. Mientras tanto, seguiremos adelante con el trabajo técnico del BCE y el proceso legislativo del Parlamento Europeo, esperando entender si los líderes de la UE darán definitivamente luz verde a la nueva moneda o no. En este momento, la Eurotower de Frankfurt se está comunicando en primer lugar con todas las partes interesadas en la iniciativa, tanto públicas como privadas. Pero también está ultimando la redacción del reglamento del euro digital y la selección de proveedores que podrían desarrollar la infraestructura necesaria.

Euro digital y CBD

El euro digital es a todos los efectos uno Cbdc (moneda digital del banco central), es decir, una moneda digital emitida no por una entidad privada sino por un banco central. Hasta la fecha, China es el único país del mundo que ha emitido una moneda de este tipo, el Renminbi digital, aunque la iniciativa se encuentra todavía en una fase de verificación preliminar. Las CBDC se crearon con el objetivo de responder a la difusión de las criptomonedas y ofrecer una alternativa gratuita a los grandes circuitos de pago como Visa y Mastercard, ambos estadounidenses. “Un euro digital fortalecería la soberanía monetaria de Europa y reduciría nuestra dependencia de los grandes proveedores de servicios de pago privados no europeos”, leemos en el Informe de progreso publicado por el BCE. En cualquier caso, precisa el instituto de Frankfurt, la moneda electrónica no pretende sustituir al efectivo. Más bien, lo complementaría, “ofreciendo una mayor libertad de elección a los usuarios individuales”.

Pagos fuera de línea y límites de depósito

En esta etapa, el BCE está trabajando principalmente en dos características del euro digital. La primera es la posibilidad de garantizar transacciones offline, es decir, incluso en ausencia de conexión a Internet, tal como ocurre con el efectivo. El otro pilar del proyecto en el que trabaja la Eurotower es el límite de posesión. Hasta ahora, el BCE ha asumido un umbral máximo de 3.000 euros para la billetera digital en euros. Se trata de una cifra mucho más conservadora que la que está calculando el Banco de Inglaterra (entre 10.000 y 20.000 libras). El establecimiento de un límite máximo es una de las cuestiones sobre las que más presionan los bancos, temerosos de que sus clientes transfieran sus ahorros de la cuenta corriente al monedero digital en euros. Para evitar que esto suceda, el Instituto de Frankfurt prevé que yo billetera del euro digital no será remunerado y podrá vincularse a cuentas bancarias.

El problema de la privacidad

A diferencia de las tarjetas de crédito actuales, los detalles de los pagos digitales en euros solo serían conocidos por el pagador y el beneficiario. Una garantía de privacidad para los usuarios, que sin embargo habrá que estudiar con más detalle para permitir a las autoridades no fomentar actividades de blanqueo de capitales. “El euro digital garantizaría una mayor privacidad que los estándares que suelen ofrecer las soluciones comerciales existentes”, señaló Piero Cipollone, miembro ejecutivo del BCE y responsable del proyecto del euro digital. Todos los datos de pago serán seudonimizados y almacenados dentro de la jurisdicción de la UE, beneficiándose así de los altos estándares establecidos por la legislación de la UE en términos de protección de la privacidad. «Mantenemos nuestro pleno compromiso con el efectivo – añadió Cipollone – pero queremos que sus ventajas se aprovechen también en el mundo digital».

Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo del BCE y responsable del proyecto del euro digital, 31 de mayo de 2023 (ANSA/Ettore Ferrari)

En portada: Christine Lagarde, presidenta del BCE (EPA/Friedemann Vogel)

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