La Bussola vuelve al asalto de “Viganò y Lefebvrianos”. Pero parece estar sucediendo (o algo peor). Y hace el lío habitual.

La Bussola vuelve al asalto de “Viganò y Lefebvrianos”. Pero parece estar sucediendo (o algo peor). Y hace el lío habitual.
La Bussola vuelve al asalto de “Viganò y Lefebvrianos”. Pero parece estar sucediendo (o algo peor). Y hace el lío habitual.

por el personal editorial

Esto era de esperarse. Cuando la temperatura sube, las filas (pseudo)conservadoras que viven en el mundo medio situados entre la Tradición católica y el ultraprogresismo, se desvanecen.

Éste es, una vez más, el caso de La brújula diaria. Sí, “una vez más”, porque en varias ocasiones, y en particular en agosto pasado, habían lanzado una serie de ataques incoherentes contra los temibles “lefebvrianos”.

El asalto del verano de 2023 resultó ser un boomerang sensacional no sólo porque los argumentos doctrinales del teólogo que lo había organizado fueron rápidamente, completamente y refutados por muchos partidos (ver aquí, adjuntamos enlaces separados a las distintas refutaciones a continuación) , sino también por el gran levantamiento de indignación que se produjo.

Ahora el mismo teólogo regresa al cargo a partir de las últimas novedades. Los días 19 y 20 de junio, dos acontecimientos marcaron el calendario: el anuncio de nuevas consagraciones episcopales en la FSSPX a raíz deoperación de supervivencia de 1988, que costó la “excomunión” (comillas obligatorias) a Mons. Lefebvre y Mons. De Castro Mayer, y la publicación del documento que certifica el inicio formal, contra Mons. Viganò, del proceso por cisma en el “Dicasterio”. para la Doctrina de la Fe”.

Eran demasiado codiciosos para perder la preciosa oportunidad de permanecer en silencio. ¡y voilá! aquí viene el nuevo mappazzone de La brújula: una reorganización y una nueva fritura de la terrible comida ya servida.

Además del enfoque básicamente incorrecto, el artículo contiene acusaciones cómicas contra la FSSPX por su “actitud claramente cismática”. Realmente te hacen sonreír, no tanto y no sólo porque parece que estás leyendo. Futuro o Repúblicani siquiera porque en este punto -como hemos dicho- La brújula ya ha sido refutado, sino porque es el colmo de escuchar truenos contra el cisma por parte de personas que esencialmente no pestañean ante las doctrinas “conciliares” (con el resultado inevitable de un ecumenismo indiferente, que defienden tranquilamente junto a un hereje que niega el primado petrino y es católico).

El artículo cae entonces en el simplismo y, limitándose a citar una cita del ex nuncio en Estados Unidos, comenta: “La reacción de Viganò es un copia y pega de la de monseñor Marcel Lefebvre”. Es comprensible que monseñor Viganò se refiera a esa historia, pero que el autor, tan preocupado por las sutilezas y las pajitas, no señale a sus lectores en esta útil ocasión, las diferencias de situación y de dinámica eclesial que separan los dos acontecimientos, deja en menos perplejo.

Un último consejo no solicitado. Tal vez sería hora de cambiar el nombre: da La nueva brújula diaria a La nueva brújula cuasi-vaticana. Pero con una referencia al Vaticano modernista, no al glorioso Vaticano católico.

Cortina.


Para comprender mejor la situación eclesial, remitimos a los libros Golpes en la Iglesia y Palabras claras sobre la Iglesia. Sobre la oportuna refutación de los ataques de La brújulaEn cambio:

¡Registro exitoso!

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