“Suicidio político del alcalde de Teramo” – ekuonews.it

TERAMO – En un gesto de absoluta insensatez política, el alcalde Gianguido D’Alberto destituyó recientemente al concejal Valdo di Bonaventura con una reorganización del consejo municipal. Una medida que representa un suicidio político y administrativo sin precedentes. Es imposible permanecer en silencio ante tal aberración, sobre todo sabiendo que, para llegar a esta decisión, el procrastinador D’Alberto paralizó la administración municipal y los trabajos del consejo y de las comisiones durante más de 50 días. Tres meses desperdiciados para una elección que demuestra una total ausencia de previsión política.

Pero la falta de previsión se hace evidente cuando se olvida el pasado. Esta elección ilógica sólo puede hacerse ignorando, y lo digo desde la bancada de la oposición, el impecable trabajo de Valdo di Bonaventura, elemento clave de esta administración y pilar del consenso ciudadano. El resultado de una presencia constante y activa en la zona que no ha dejado de ser notada, apreciada y finalmente recompensada por los ciudadanos. Y el alcalde también echó a la “trituradora” política a la concejala Ilaria De Sanctis, a pesar de su contrastada experiencia y laboriosidad. ¿Pero quién lo recomienda? ¿Quizás los ciudadanos de los que es rehén? ¿O pidió consejo al presidente Conte y optó por su futura candidatura en el Movimiento 5 Estrellas? Sin embargo, habría bastado con sustituir a un solo concejal, habiendo garantizado al anterior la sede de L’Aquila: evidentemente, la experiencia de seis años de gobierno no ha aportado sabiduría al alcalde D’Alberto.

Ahora me sorprende el silencio de los concejales del grupo cívico Teramo Vive, ante una operación que ha agotado una reserva de votos y consensos, empobreciendo a la ciudad de Teramo. Gianguido D’Alberto es alcalde también gracias a la lista Teramo Vive, y su falta de intervención es una herida en la confianza de todos aquellos ciudadanos que habían expresado su consentimiento.

Ahora está claro que D’Alberto tiene una propensión a esperar y esperar, una actitud que está llevando a Teramo al borde del colapso administrativo. La decisión de eliminar Di Bonaventura, privándonos de un recurso precioso y reconocido, es sólo el último ejemplo de una serie de errores desastrosos para nuestra comunidad y de los que pronto haremos un balance. Hasta la fecha, expreso mi cercanía a Valdo di Bonaventura e Ilaria De Sanctis, mi cercanía y la del Partido Acción, con la esperanza de poder construir juntos una alternativa válida a este mal gobierno municipal. También invito a los tres concejales de Teramo Vive a pasar al grupo mixto y sentarse en la oposición, para finalmente respetar a esas 2111 personas de Teramo que permitieron el Gianguido bis – Alessio D’Egidio Secretario provincial de Teramo en acción

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