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La historia de la película.
El periodista Joel (Wagner Moura) y la fotógrafa Lee (Kirsten Dunst) como buenos reporteros han decidido que sólo queda una historia por contar: entrevistar a un presidente de Estados Unidos (que se parece mucho a Trump e interpretado por Nick Offerman). , ahora el tiempo atrincherado en Washington mientras se extiende una feroz Guerra Civil que recuerda al 6 de enero en el Capitolio, pero multiplicada en el poder. Los dos periodistas parten así de viaje a la capital, acompañados por el anciano y cojo reportero Sammy (Stephen McKinley Henderson) y la joven fotógrafa Jessie (Cailee Spaeny), que ve en Lee un modelo a seguir. Para ellos, comienza un viaje por carretera entre mil microconflictos feroces, cientos de coches abandonados, ruidosos helicópteros de guerra, mientras lo que queda del gobierno oficial, que depende del presidente, se enfrenta a las tropas conjuntas occidentales de Texas y California.
El cine y el clima político de Estados Unidos
A pesar de las polémicas que suscitó la película incluso antes de su estreno en Estados Unidos, “Civil War”, según Alex Garland, también podría haber estado ambientada en su Gran Bretaña natal o en cualquier otra democracia, porque el verdadero origen de esta obra es la “demonización del adversario político, la asunción por ambas partes de una posición de presunta superioridad ética que descalifica al adversario e impide cualquier enfrentamiento, ampliando cada vez más las divisiones”. Y luego el director especifica: “Comencé a trabajar en esta película alrededor de 2018 (al comienzo del mandato de Biden), después de comprobar que ya no había desobediencia civil en el mundo y de haber visto muchas protestas diferentes entre pro-Trump, anti-Trump , control de armas, cambio climático y Brexit, me sorprendió que, a pesar de que había tantos problemas, la gente en realidad no marchaba en las calles”.
Independientemente del distanciamiento de Garland, el clima político en Estados Unidos hoy es, por decir lo menos, candente en medio del choque entre el actual presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump. Probablemente Civil War no influya en absoluto en el resultado de esta comparación, pero sin duda nos hará reflexionar sobre esta valiente película que es también la más cara de la productora independiente A24 (50 millones de dólares). Y también se convirtió en el primer proyecto del estudio independiente neoyorquino en liderar la taquilla en Estados Unidos y Canadá.
