Italia en estado de desastre climático permanente

Italia en estado de desastre climático permanente
Italia en estado de desastre climático permanente

Necesitamos gobernanza de la crisis climática

El cambio climático es la principal amenaza para la salud humana. El WWF pide medidas inmediatas para frenar el calentamiento global reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y tomando las medidas de adaptación necesarias para limitar los daños derivados de la crisis climática que ya está en marcha

Una lluvia torrencial, violenta e intensa, como no se veía en el Valle de Aosta y en el Piamonte desde hacía unos veinte años. Deslizamientos de tierra, arroyos desbordados, Cervinia en el barro y Cogne aislada con cientos de ciudadanos evacuados y otros tantos que deben ser puestos a salvo. Las temperaturas registradas a gran altura muestran una tendencia ascendente continua desde 1981 hasta 2023. Los daños siguen siendo incalculables para las dos regiones italianas, mientras que entre Suiza y Francia hay siete nuevas víctimas de fenómenos climáticos extremos.

Cada vez más frecuentes deslizamientos de tierra e inundaciones

Los escenarios de deslizamientos de tierra e inundaciones son ahora trágicamente protagonistas de nuestros territorios y para WWF es cada vez más claro que vivimos en un nuevo “Estado de desastre climático permanente”, donde la crisis climática constituye la mayor amenaza para la seguridad de los ciudadanos, con antecedentes temperaturas y calor extremo se alternan con lluvias violentas e inundaciones devastadoras. Esto, entonces, insiste en que los territorios frágiles carezcan de una evaluación y prevención de riesgos serias.

Lo ocurrido en Cogne es causado por el cambio climático que multiplica ahora fenómenos extremos que antes eran muy raros, haciéndolos casi diarios, pero también pone de relieve todos los retrasos de nuestro país para afrontarlos, predecirlos y mitigarlos. Las administraciones locales han preferido proyectos especulativos vinculados al impulso del turismo de masas en lugar de proyectos de protección y mitigación del territorio. Y a un paso de los arroyos, ahora sumergidos por el agua, han surgido aparcamientos y zonas para autocaravanas. Entre los 200 evacuados también se encontraban los niños y niñas que participaban en el campamento de trekking en tiendas de campaña “Into the wild” de WWF Travel y la cooperativa Indaco. Dada la situación, el camping de Valnontey fue abandonado a tiempo y los menores fueron de los primeros en ser trasladados en helicóptero a Aosta.

La multiplicación de los fenómenos climáticos extremos pone de relieve aún más la urgente y urgente necesidad de equiparnos para abordar las causas y consecuencias del calentamiento global. Los científicos nos dicen que la ventana para intervenir y limitar el calentamiento global a 1,5°C corre el riesgo de cerrarse si no cambiamos el ritmo de inmediato. La mitigación (es decir, la reducción de las emisiones de gases que alteran el clima) y la adaptación de nuestro territorio y de todas las actividades al cambio climático deben convertirse en las piedras angulares de la acción de planificación económica y política. Para el WWF es, por tanto, fundamental devolver la planificación al nivel de la cuenca hidrográfica, para gestionar eficazmente los recursos hídricos y la inestabilidad hidrogeológica; Es fundamental promover soluciones basadas en la naturaleza, la ingeniería naturalista y las intervenciones de restauración ambiental destinadas a reducir la extrema vulnerabilidad de nuestro territorio. En lugar de trabajar para abordar la crisis climática, a menudo intentamos poner excusas para no hacerlo, sólo para que luego los medios de comunicación se vean obligados a informar noticias sobre desastres, inundaciones, olas de calor, incendios: riesgos que ya no perdonamos a ninguno de nuestros ambientes desde la montaña hasta la costa, desde el bosque hasta la llanura. Por no hablar de las ciudades.

Proteger las montañas y sus reservas de agua

Es necesario proteger la montaña y su capacidad de retención de agua, puesta en crisis no sólo por estos fenómenos extremos sino también por una mala gestión generalizada, devolver espacio a los ríos, recuperando las zonas de inundación natural y restaurando, cuando sea posible, los antiguos trazados fluviales e iniciar intervenciones de renaturalización repartidas por todo el territorio. Cada vez es más urgente una política de adaptación al cambio climático que vaya más allá de la lógica de emergencia y considere sus efectos en la planificación ordinaria. Desgraciadamente la situación empeora continuamente, como lo demuestran los datos sobre el consumo de suelo, que ha vuelto a aumentar con mayor fuerza que en el pasado, superando el umbral de los 2 metros cuadrados por segundo, algo así como 77 kilómetros cuadrados de nuevas cubiertas artificiales en un año. , el 10% más que en 2021, un ritmo insostenible que también depende de la ausencia de intervenciones regulatorias efectivas en gran parte del país o de la espera de su implementación y la definición de un marco político homogéneo a nivel nacional.

El WWF llama a actuar ahora, antes de que el contador de tragedias y víctimas siga aumentando. Pero para actuar bien es necesario tener finalmente una gobernanza climática, es decir, aprobar inmediatamente una ley sobre el clima y una ley para limitar el consumo de suelo, así como implementar plenamente el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático aprobado en diciembre y luego implementado en un cajón: sin perder más tiempo.

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