Bebé amamantando en la piscina, madre regañada por socorristas en Gardolo: “Es necesario respetar a los demás” – Noticias

Bebé amamantando en la piscina, madre regañada por socorristas en Gardolo: “Es necesario respetar a los demás” – Noticias
Bebé amamantando en la piscina, madre regañada por socorristas en Gardolo: “Es necesario respetar a los demás” – Noticias

GARDOLO. «Había entrado recientemente a la piscina principal del lido con mi bebé de 11 meses cuando empezó a mostrar hambre. Empecé a amamantarlo, cuando de repente escuché el silbido del socorrista. Un empleado vino hacia mí, me preguntó qué estaba haciendo y bruscamente me obligó a irme, para luego continuar atacándome de manera grosera, diciéndome que se necesita inteligencia para hacer las cosas y que se necesita respeto por las demás personas. Estaba asombrado.”

La historia es la de una joven madre que ayer eligió la playa del norte de Trento, en Gardolo, para pasar su domingo soleado, junto con su pareja y su hijo de casi un año: «Nos vimos obligados a irnos, no había forma de pedirle ni al salvavidas ni a su supervisor que pudieran amamantar en la piscina y teniendo que regresar al prado, con todo el revuelo del momento nuestro hijo se había agitado, así que volvimos a casa. Me sentí realmente decepcionado, tanto porque cuando me pidieron explicaciones me dijeron que la prohibición estaba en el reglamento, pero el personal no pudo encontrarla, como sobre todo por los métodos”.

La historia, si queremos resumirla, es una historia de sensores sensibles y un poco menos de personal, de regulaciones y aplicaciones poco claras que, en 2024, rozan el sentido del decoro personal (“Necesitamos respeto por los demás”) afortunadamente superado desde hace años. Porque ahora -y aunque te sorprenda, tranquilízate- la lactancia materna en público está aceptada y, de hecho, fomentada, afortunadamente, en todas partes.

¿Y en Gardolo? Tanto la joven madre como Asís tienen razón. y eso lo explica el presidente de la empresa especial Martino Orler: «Si las cosas salieron según lo informado por el usuario, ciertamente tuvimos los métodos y el tono equivocados y me disculpo por eso. Pero es cierto: no es posible amamantar en la bañera, como tampoco es posible consumir alimentos o bebidas y también es un problema cuando los niños (a veces incluso los adultos menos justificables y maleducados, ndr.) realizan sus necesidades en el agua: sí verifica una alteración en la calidad del agua que se detecta y que además puede conllevar el cierre de los tanques, con molestias y costes. Para evitar riesgos, tampoco se permite amamantar en la bañera”.

Una explicación técnica que, probablemente, de haberse dado cortésmente a la madre, habría evitado que el caso surgiera. Sin embargo, queda por entender por qué la mujer no pudo amamantar en la piscina (donde la normativa también permite «el derrame de secreciones nasales o salivales en los canales de rebose adecuados»), elemento que apoya la hipótesis de que la madre ha tropezado con empleados que no sólo son debidamente obedientes, sino que también están convencidos de que alimentar a un bebé en público es poco decoroso.

Orler comenta reiterando que Asís aspira a una sensibilidad hacia las madres que ayer el usuario no encontró: «Estamos trabajando en la creación de una zona dedicada a la guardería cerca del acceso por el lado del aparcamiento».

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