suspendido entre la inocencia y las sombras en la Nápoles de los años 90

suspendido entre la inocencia y las sombras en la Nápoles de los años 90
suspendido entre la inocencia y las sombras en la Nápoles de los años 90

Bajo el cielo de una Nápoles de los años 90, donde la provincia vibra con una vida dura y melancólica, surge la historia cinematográfica de “La Justificación”, dirigida por Alex Marano. La película, actualmente en competición en el Festival de Cine de Ischia bajo la dirección artística de Michelangelo Messina, captura la esencia de una época y un lugar en el que la juventud se entrelaza amargamente con la realidad adulta, a través de la vida de Mattia, un niño de once años.

Mattia pasa sus días en redadas y pequeños hurtos con su amigo Enrico, en marcado contraste con la tensión que reina en su casa. La depresión de la madre y la frustración del padre crean un clima familiar pesado, haciendo que el amor parezca un recuerdo desvaído o incluso inexplorado. Este trasfondo doméstico sirve de trasfondo para una mentira contada en la escuela por Mattia, un intento desesperado por captar la atención y el afecto que parecen tan inalcanzables.

Fotografía: un narrador visual silencioso

La cinematografía de la película es un capítulo en sí mismo. Representa visualmente la provincia napolitana de la década de 1990 como un lugar de decadencia y melancolía, donde los colores descoloridos de las fachadas y las calles polvorientas reflejan las vidas que tienen lugar en ellas. Los niños, principales protagonistas de este escenario, aprenden a navegar las normas de circulación no escritas, el único código que parece regir la vida cotidiana en estas zonas olvidadas por el tiempo y la prosperidad. La mentira de Mattia, contada inicialmente para justificarse, se convierte en un catalizador involuntario de una atención que el niño no recibía desde hacía algún tiempo en su contexto familiar, resaltando aún más su realidad aislada.

Mario Di Leva, una pequeña estrella que crece

Junto a Marano, encontramos al joven Mario di Leva, el protagonista de la película que ya conquistó a la audiencia televisiva con la serie “Quédate conmigo”. Su presencia, fresca pero intensa, añade una capa adicional de autenticidad y emoción a la película, convirtiéndola en un fiel retrato de la inocencia en la balanza. Durante la entrevista, el joven actor expresó con pasión su decisión de participar en esta película, atraído principalmente por la ambientación en el barrio de San Giovanni a Teduccio. “Crecí aquí y probablemente moriré aquí”, declaró fervientemente el actor, subrayando su profunda conexión con el barrio al que llama hogar.

Inspiración y justificación moral.

Durante la entrevista, Marano exploró el tema de la “justificación” moral de sus personajes, leitmotiv que recorre toda la narración. El director cita la influencia de la película de François Truffaut, revelando cómo el proceso de justificación personal puede crecer en magnitud y consecuencias. En el caso de Mattia, una mentira inicialmente inofensiva se expande para revelar una compleja red de soledad y desesperación, empujando al niño a tomar decisiones extremas para expresar su dolor reprimido.

“Justificación” no es sólo una película, sino el eco de una verdad más profunda que resuena en los desafíos diarios de muchos, contenida en la inocencia de un niño que busca su lugar en un mundo que parece haberlo olvidado. Con esta obra, Alex Marano no sólo cuenta una historia, sino que plantea preguntas esenciales sobre la naturaleza del amor, el dolor y la verdad en las vidas marginadas.

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