Una fiesta colorida, consignas y ganas de pasarlo bien. Pero con una sola petición en mente. La vinculada a los derechos y a la igual dignidad. Haciendo alarde, pero también pidiendo, en blanco y negro, 55 años después de la primera revuelta por los derechos, medidas precisas para proteger a las minorías.
Este es el significado de la tercera edición del Ragusa Pride, que en Marina vivió momentos emocionantes con el multitudinario desfile del sábado por la tarde. “Pedimos en primer lugar a los alcaldes de los Municipios que patrocinaron el Orgullo – se explicó para establecer el padrón municipal para el reconocimiento del nombre y género de elecciónasí como ser valientes y solidarios con nuestras luchas, desaplicando la circular del Ministerio del Interior que prohíbe transcripción de partidas de nacimiento de hijos de parejas del mismo sexo nacidos en el extranjero”.
El llamamiento de Ragusa también es “Solicitamos a los dirigentes y directivos escolares y a toda la administración pública que adopten normas en sus ámbitos para el reconocimiento de Alias de carrera”. Es decir, la posibilidad de ser identificado, en el propio campo de estudio y/o trabajo, con un nombre que refleje la propia identidad de género personal: solicitudes concretas, que afectan la prerrogativa de los organismos públicos de legislar.
La tercera edición del Ragusa Pride, recalentada pero no desanimada por las altas temperaturas, contó durante este fin de semana con la presencia de varios centenares de participantes llegados de todo el sur de Italia, unidos bajo el lema partidista “Esta es la flor”.
