Donald Trump está atravesando un período de éxitos importantes. Tras imponerse a Joe Biden en el primer debate televisado, logró otra importante victoria: la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó, por primera vez en la historia del país, que los expresidentes pueden ser protegidos de cargos penales relacionados con los actos cometidos por los agentes durante su mandato.
Esta decisión tendrá repercusiones duraderas, no sólo para Trump sino también para el futuro político de Estados Unidos. Una de las consecuencias inmediatas es que el juicio de Trump por intentar subvertir los resultados de las elecciones de 2020 se pospondrá, probablemente hasta después de las elecciones presidenciales. Este era precisamente el objetivo de Trump y sus abogados. El magnate celebró la decisión como una “gran victoria para nuestra constitución y democracia” y expresó orgullo de ser estadounidense.
La reacción de los tres jueces liberales –Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson– fue extremadamente crítica. Sotomayor dijo que los padres fundadores no habrían apoyado tal decisión y que convierte al presidente en “un rey por encima de la ley”.
El caso está ahora en manos de la jueza de Washington Tanya Chutkan, quien tendrá que decidir si algunos de los cargos presentados por el fiscal especial Jack Smith deben ser desestimados basándose en la distinción entre las acciones oficiales del presidente y las realizadas a título privado.
Si Trump gana las elecciones del 5 de noviembre, podría obligar al Departamento de Justicia a abandonar el caso y perdonarlo. La victoria llega en un momento crucial de la campaña electoral, con la inminente convención republicana y el fallo sobre el caso de los pagos a la estrella porno Stormy Daniels. Trump ha pedido el “fin de la caza de brujas” en todos los demás casos que lo involucran.
En el frente democrático la situación es muy tensa. La familia Biden enfrenta horas difíciles en medio de acusaciones y decisiones complejas. Mientras algunos familiares y donantes critican a los principales asesores de campaña por no preparar adecuadamente al presidente, Biden y su equipo están tratando de detener la hemorragia de donantes. También está prevista una llamada de Biden con los principales donantes para convencerlos de que sigan apoyándolo.
Los demócratas están considerando nominar oficialmente a Joe Biden en la segunda quincena de julio para frenar los rumores sobre un posible sustituto en la carrera por la Casa Blanca. Según Bloomberg, una de las hipótesis es el 21 de julio, cuando el Comité de Credenciales de la convención demócrata se reunirá virtualmente para ultimar los trámites de la convención que se inaugura el 19 de agosto.
