San Crispín de Viterbo, el Santo de la sencillez y la alegría (VIDEO)

por MARIELLA ZADRO-

VITERBO – “Queridos, debemos tener la certeza de la fuerza en la oración. Esta tarde rezamos a San Crispín para que nos dé un corazón que sepa navegar la vida, con la certeza de la presencia del Señor”.
Así concluye la homilía de la Santa Misa celebrada la tarde del domingo 23 de junio por Mons. Orazio Francesco Piazza en la Iglesia de los Capuchinos, donde reposan los restos de San Crispín.
Con la procesión desde la iglesia comenzó la ceremonia en memoria del humilde Crispino da Viterbo, nacido Pietro Fioretti, nacido en Viterbo el 13 de noviembre de 1668, fallecido en Roma el 19 de mayo de 1750 y proclamado santo por el Papa Juan Pablo II el 20 de junio de 1982. de la Verdad (Piazza Crispi) hasta la iglesia de San Paolo dei Cappuccini.
La banda musical de Tuscania “Raffaele Eusepi” abrió la procesión, seguida por algunos sacerdotes, entre ellos Don Francesco Giordano, los padres capuchinos, una representación de los franciscanos, las cofradías de S. Maria della Quercia y San Valentino e Ilario, mientras que la Arciconfraternita de el Los estandartes de la Virgen del Carmelo y la asociación “La Rosa” se turnaron para llevar sobre sus hombros la estatua de madera de San Crispín. que lo retrata con su bolsa de mendicidad.
También estuvo presente el Coro de la Iglesia de San Paolo dei Cappuccini, que con sus cantos subrayaron no sólo la procesión, sino también la Santa Misa celebrada por Mons. Piazza.
En el atrio, la estatua del santo fue recibida con aplausos y el obispo inició la ceremonia con la oración de gracias y la bendición con la reliquia del santo: “Señor Santo Padre te glorificamos, porque con tu bondad has colmado a San Crispín, exaltándolo en entre tu pueblo, como modelo de vida cristiana y embajador de tu misericordia. Por tu intercesión te pedimos que hagas firme nuestra fe, firme nuestra esperanza y ardiente nuestra caridad”.
Al final de la ceremonia eucarística se pronunció la oración ante la urna del santo que retrata su obra: “Oh Señor, que diste a san Crispín la gracia de vivir con sencillez y alegría, amando a todos, haciendo el bien a todos y diciendo por el bien sobre todo, concédenos también a nosotros vivir en prosperidad y paz, en salud del alma y del cuerpo y amar a todos con corazón sencillo y feliz”.
Un sincero agradecimiento de parte de la Fraternidad Capuchina y del Asno. San Crispín de Viterbo, por la presencia de Mons. Piazza y de todos los que hicieron posible el excelente éxito de la celebración.

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