Un preso salta un muro y se escapa de la prisión de Livorno

Un preso salta un muro y se escapa de la prisión de Livorno
Un preso salta un muro y se escapa de la prisión de Livorno

A primera hora de la tarde de hoy, un preso de 36 años se escapó del departamento de alta seguridad de la prisión de Livorno. El hombre, originario de Pozzuoli, saltó un muro durante un ejercicio, aprovechando la falta de vigilancia por falta de personal. La Policía Penitenciaria de Uilpa y los sindicatos del SPP han denunciado la situación, destacando la grave escasez de personal y el hacinamiento del centro. Las búsquedas están en marcha pero, hasta el momento, sin éxito. Los sindicatos han pedido una intervención gubernamental urgente para hacer frente a la emergencia en las prisiones italianas.

Di Giacomo (S.PP.): “En seis meses, las fugas y los intentos de fuga más 700%”

“Una nueva fuga “anunciada”: un preso originario de Pozzuoli de la sección de alta seguridad se ha fugado de la prisión de Livorno (hay alrededor de un centenar de ellos sobre un total de 300 presos y un alto nivel de hacinamiento y al mismo tiempo escasez de personal) y por lo tanto particularmente peligroso.” Así el secretario general del S.PP. Aldo Di Giacomo, que añade: “Desde hace semanas, a diario, damos la alarma, sin ser escuchados, sobre la gravísima situación en la que se encuentran las instituciones tras la fuga hace apenas un par de días de la prisión de Chiavari de un preso de nacionalidad marroquí que al finalizar el trabajo no regresó al instituto. Las fugas e intentos de fuga han aumentado un 700% desde principios de año, y sin la pronta respuesta del personal y en cualquier caso la captura de los fugados nos encontraríamos con decenas de personas peligrosas alrededor. No tenemos una bola de cristal, sino que simplemente llevamos tiempo recogiendo numerosas señales: en estos primeros seis meses del año la “emergencia penitenciaria” ha alcanzado el nivel histórico más alarmante jamás registrado”.

Los datos: 45 suicidios en prisión en 2024 frente a 28 en el mismo período del año pasado, pero hay otras 56 víctimas de las que aún quedan numerosos casos con causas por determinar y para las que no se puede descartar nada; los intentos de suicidio fueron 877 contra 821; en varios cientos, fue la intervención inmediata del personal lo que evitó más víctimas; ataques al personal de la policía penitenciaria (881 contra 688), con las prisiones de Campania en primer lugar, seguidas de las de Lombardía y Lacio; protestas colectivas (599 contra 440), heridos (286 contra 264) y riñas (2.203 contra 2.055). De nuevo: los internos han aumentado en 14.000 unidades con una media de alrededor de 300 por mes – son 61.468 en total, frente a 47.067 plazas disponibles habitualmente, para un índice de hacinamiento del 130,59% – y, por otro lado, el personal ha disminuido ( por jubilaciones) de 18 mil unidades, sólo en una ínfima parte compensada por nuevas contrataciones; el descubrimiento de fármacos y de teléfonos móviles aumentó respectivamente un 400% y un 600%. Estas cifras – afirma Di Giacomo – hacen que las prisiones italianas sean inequívocamente las peores de Europa y las acercan a las de América del Sur, como lo confirman las continuas condenas al Estado italiano por parte de los órganos de la UE en materia de justicia y sistema penal. Todo esto es, de hecho, un “estímulo” a la evasión fiscal que podría seguir aumentando en este verano “muy caluroso”.

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