Acampado en la playa libre: bombardeo de la policía

La playa libre de Piazzale Roma ha sido despejada. Ha llegado el verano, y con el calor también han aparecido grupos de jóvenes y muy jóvenes que se colocan en la arena frente a la plaza. No es nada nuevo. Aquí es donde en años pasados ​​grupos o pandillas instalaban sus tiendas, en el verdadero sentido de la palabra, y luego se movían por la zona costera a su antojo. Robos, atracos y narcotráfico acabaron siendo noticia de temporadas pasadas. Una situación bien conocida también por los socorristas que en el pasado han denunciado reiteradamente el problema de orden público en la zona.

Este año la policía quiere impedir que grupos de jóvenes, en su mayoría de origen extranjero, se apoderen de la playa libre. Ayer por la mañana la policía local llegó a primera hora de la mañana con cinco dotaciones, examinando y controlando a los jóvenes que se encontraban presentes en las tiendas de campaña colocadas sobre la arena. Los agentes controlaron a una veintena de personas, en su mayoría extranjeros, todos muy jóvenes. Cuatro eran menores de edad. Uno de los adultos fue denunciado fotográficamente en la comisaría de Rímini porque no tenía documentos. Posteriormente se supo que había realizado un pedido de protección mediante una solicitud de asilo político.

La policía local sacó a todos de la plaza y la playa libre volvió a ser accesible al público. Los niños fueron acusados ​​de infracción por acampar en zonas de propiedad estatal. Para los 4 menores el mando de la policía local se puso en contacto con los padres.

El cheque se produjo tras el atraco de los últimos días, cuando un joven norteafricano que acababa de cumplir 18 años robó a un turista de cigarrillos electrónicos de veinte años apuntándole con un cuchillo. Una tensión que ha ido aumentando en la plaza en los últimos días con el aumento de la presencia de jóvenes de origen extranjero colocados en la playa libre.

La guarnición de la policía de tránsito en la ‘casita’ situada en la plaza tiene como objetivo establecer una presencia permanente en la zona y evitar que grupos de jóvenes extranjeros se posicionen en la playa libre como en años anteriores.

Será un enfrentamiento continuo para hacerse con el control de la plaza y de la zona. Los agentes también se centran en la actividad de venta ilegal en la playa, para disuadir desde el inicio de la temporada a los grupos organizados que intentan vender la mercancía a los bañistas deambulando entre sombrillas y tiendas de campaña.

Andrea Oliva

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