Castriotta: “Manfredonia, el asesinato frente a la antigua Cámara del Trabajo en 1950”

Castriotta: “Manfredonia, el asesinato frente a la antigua Cámara del Trabajo en 1950”

AQUEL AMANECER la calle era como un corredor parabólico, de mármol perforado y pétreo, empedrado, no había acera, las casas estaban al nivel de ella.

¡Debajo del escalón de una puerta había un plato de pasta que llevaba unos días seco en aquel pequeño patio de tres paredes del frente! ¡Con la lluvia torrencial, espesa y nublada, a esa hora la barcaza cargada de víveres partió hacia la isla de Tremiti!

Una chaqueta manaba agua abandonada en el suelo como tela rasgada, como un trapo, con una mancha roja que coloreaba una petunia; Engorrosos arroyos descendían petulantemente a la altura de los escalones de las puertas y entraban en las casas de la planta baja, dirigiéndose hacia el municipio y la iglesia de San Domenico.

Desde una ventana de vidrio un rostro que se asomaba desde una luz encendida reflejaba su sombra, debido al muy mal día, una cortina antigua de las pesadas hecha de tela áspera abierta, ¡la imagen de una señora chismosa!

La fuente también salpicó sobre una caja de pesca sobre una navaja, sobre un cuerpo sin vida boca abajo sobre un hoyo desnivelado;

La puerta de la alcantarilla llena también rugía y se desbordaba ruidosamente, ¡la matanza había tenido lugar en absoluto silencio!

La ciudad era gris oscuro, todo parecía de noche ante los ojos de alguien que miraba sin abrir la boca y respiraba con sí mismo, respirando y silenciado, aún en su inmovilidad para poder hablar.

Una mujer salió y se cubrió la cabeza y revisó, la víctima tenía un cuchillo al lado del pie lavado, había muerto recientemente: hacía aproximadamente media hora.

El lugar amenazado por las continuas inclemencias del tiempo parecía una ciudad de nadie, mutilada como un escritor irreflexivo, silencioso en su voz, donde nadie se decidía a hacer nada.

Entonces alguien finalmente decidió alertar a la policía, cuando la patrulla llegó con poca velocidad del sonido, bajaron del auto para realizar las primeras investigaciones.

Examinaron húmedamente sobre aquellas baldosas resbaladizas, la herida, ¡el golpe fatal parece haber sido del lado del hígado!

La forma estaba allí chapoteando. Alrededor de los años 50, junto al ayuntamiento, cuando la lluvia aumentó y empezó a llegar gente.

Editado por Claudio Castriotta.

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