En el centenario de Basaglia, un libro investiga el tema de la locura

Una de las salas del antiguo hospital psiquiátrico Sant’Artemio de Treviso. Fotos de: Tony Nardin, Francesco Turchetto, Laura Cacciolato

“Cuando lo indecible sale a la luz, es político”El libro de la periodista Valentina Furlanetto comienza con esta poderosa cita de Annie Ernaux. Cien Días Que No Vuelvo – Historias de locura, rebelión y libertad (Laterza, 2024). Y desde las primeras páginas entendemos que estamos ante un libro insólito: quizás podría definirse como un ‘objeto editorial no identificado’ o un ensayo que se lee como una novela, a medio camino entre la investigación periodística y la memoria familiar.

De hecho, es fruto de una investigación en profundidad de Furlanetto sobre un siglo de historia de la psiquiatría en Italia, que cuenta “cien años de preguntas”, es decir, aquellas que la autora se plantea para desentrañar la maraña de dos vidas paralelas. De hecho, la narrativa está impulsada por las existencias de dos personas que tuvieron destinos muy diferentes, pero ambos tuvieron como telón de fondo los grandes cambios sociales y legislativos del siglo XX italiano.

Una vida es la de Franco Basaglia, un psiquiatra revolucionario que luchó para que se cerraran los asilos mentales y cuyo nacimiento marca el centenario este año. El otro es el de Rosa, par de Basaglia y abuela del autor, una mujer sencilla que vivió de primera mano la transformación de las instituciones psiquiátricas antes y después de la reforma de la ley 180 de 1978.

“Me parece ver a estos chicos, a Franco caminando con novelas y libros escolares bajo el brazo por las calles de Venecia, y a Rosa caminando al costado de la carretera regresando de la fábrica, ambos con el pensamiento que uno tiene a esa edad: un amor , amistades, el futuro”.

El libro de Furlanetto consigue ser al mismo tiempo un ensayo histórico muy bien documentado, pero siempre de fácil lectura, y un delicado testimonio de lo que significa vivir con sufrimiento mental. Una página tras otra, el lector profundiza en el corazón del malestar mental y las diferentes respuestas que la sociedad ha intentado ofrecer a través de diversos dispositivos de tratamiento. Desde la época del gran internamiento, en la que la función principal de los hospitales psiquiátricos era la de custodia, pasando por la aparición de las terapias de shock y de los psicofármacos, hasta la desinstitucionalización y la liberación de los que habían sido tildados de “locos”. Esta última fase tiene como protagonista a Basaglia y a las numerosas personas que siguieron su ejemplo y le ayudaron a realizar una auténtica revolución (médicos, enfermeros, políticos, activistas…) es decir, una que finalmente devolvió la dignidad a los pacientes psiquiátricos, hasta entonces privados incluso de derechos civiles.

Furlanetto reconstruye las dos vidas paralelas pero profundamente diferentes de Franco y Rosa a través de un cuidadoso trabajo de excavación en las fuentes, consultando leyes, textos científicos y registros médicos, especialmente en el archivo del antiguo hospital psiquiátrico de Sant’Artemio en Treviso, donde se encontraba su abuela. había sido hospitalizado varias veces. El título del libro nace precisamente de este doloroso asunto familiar: “Hace cien días que no vuelvo” es la frase que Rosa le repite a una de sus hijas cuando la visita a escondidas en un manicomio, porque al tenerla La propia madre cometió es motivo de vergüenza.

Por tanto, el libro nos lleva a través de un siglo en el que la sociedad italiana cambia profundamente y, con ella, también el abordaje del sufrimiento psíquico. La historia de la psiquiatría reconstruida por Furlanetto muestra cómo las teorías sobre las causas de las enfermedades mentales y las propuestas terapéuticas están fuertemente influenciadas por la interpretación sociopolítica de lo que son “locura” y “normalidad”.

El colofón de la historia narrada es la aprobación de la ley 180, que abre una temporada de grandes esperanzas, sin embargo la autora no se limita sólo a celebrar sus éxitos sino que también aborda los temas críticos aún presentes en el campo de la salud mental. Ya en los años 1980 y 1990, con el cierre gradual de los hospitales psiquiátricos, el entusiasmo inicial dio paso a la lucha diaria de las familias de antiguos pacientes con servicios públicos insuficientes y una falta crónica de recursos. Además, Furlanetto expresa su preocupación por las dificultades para implementar prácticas terapéuticas que respeten los derechos de los pacientes (como la contención física que lamentablemente todavía se utiliza ampliamente, por ejemplo en los tratamientos sanitarios obligatorios) y la proliferación del “asilo químico”. Esta definición es también el título de un libro escrito por el psiquiatra Pietro Cipriano, en el que critica el uso a veces demasiado ocasional de las drogas como panacea para cualquier tipo de malestar.

El lenguaje del libro es atractivo y accesible, capaz de acercar al lector a la complejidad de los temas tratados sin excederse en tecnicismos, y de hacernos reflexionar sobre cuánto trabajo aún queda por hacer hoy para deconstruir el estigma que aún pesa. sobre quienes padecen trastornos mentales.

En No he vuelto desde hace cien días., Valentina Furlanetto logra tender un puente entre el pasado y el presente, invitándonos a no olvidar los logros alcanzados pero también a no bajar la guardia ante nuevos desafíos. Entre las numerosas obras publicadas en este centenario de Basaglia, su libro constituye una contribución significativa para enriquecer el debate en torno a la salud mental, estimulando reflexiones profundas y necesarias.

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