El 13 de junio de 2024, en el marco de las iniciativas de lucha contra el fenómeno del tráfico de drogas promovidas por la Jefatura de Policía de Reggio Calabria, investigadores del Equipo Aéreo, con la constante coordinación del Ministerio Público de Reggio, detuvieron a un joven de veintiocho años del distrito de Catona por el delito de posesión de sustancias estupefacientes. En los últimos días, el hombre se había convertido en protagonista de varios encuentros fugaces y reiterados con personas que acudían a su domicilio; entre estos, también sujetos conocidos por su cercanía a contextos criminales.
Los agentes desplegados diariamente en la zona se habían percatado del extraño comportamiento del joven, que era totalmente similar a la que normalmente se documenta en entornos de tráfico de drogas. La policía, por tanto, decidió seguir más atentamente sus movimientos hasta que la mañana del 13 de junio lo bloquearon en el interior de un almacén de la pedanía de Concessa donde había ido con cierta continuidad. En el interior del cortijo, tras el registro realizado con la importante aportación de las unidades caninas de la Oficina General de Prevención, se localizaron e incautaron varios lotes de droga, cocaína, hachís y marihuana, con todo lo necesario para el pesaje y el envasado de la sustancia en perfecto estado. Montado como un pequeño laboratorio artesanal donde se fraccionaba y envasaba el estupefaciente (unos 20 kg de marihuana, 4,5 kg de hachís y 1,7 kg de cocaína) antes de su comercialización. El hombre, sin perjuicio del principio general de inocencia hasta sentencia firme, fue detenido y puesto a disposición de la Autoridad Judicial que ordenó su traslado a prisión.
