Si Italia empieza a creer e invertir en el sector del turismo de bodas, o más bien en los extranjeros que deciden venir a casarse a Italia, todavía no hace lo suficiente por las parejas LGBT+.
Más bien, es una gran oportunidad adicional para el sistema nacional, especialmente considerando el tamaño del mercado potencial a nivel global.
Se desprende del Observatorio Italiano de Turismo de Bodas de Destino del JFC según el cual en 2023 las bodas de parejas LGBTQ+ extranjeras que decidieron confirmar su unión en Italia fueron 514 y generaron más de 41 millones de euros de facturación. La pareja, además de haber realizado una inspección en Italia anteriormente, permaneció – de media – 6,4 días, mientras que sus invitados permanecieron unos 4,5 días. La mayoría (356) de estos matrimonios se realizaron con una ceremonia simbólica (69%), mientras que los 158 restantes (31%) fueron sellados en una ceremonia civil. Estos ritos representan el 4,3% del total de uniones entre extranjeros que tuvieron lugar en Italia durante 2023: se trata de un número bastante limitado pero que, en realidad, podría aumentar considerablemente.
Además, el año actual parece otro año interesante para este segmento de mercado, con nuevos indicadores de crecimiento. Se esperan 663 uniones de parejas LGBTQ+ extranjeras (+29%), gracias también a los operadores profesionales que organizarán eventos en nuestro país por primera vez en 2024. La facturación prevista alcanzará un valor de 51,2 millones de euros.
La región considerada más atractiva para la celebración de estos eventos es la Toscana, que conquista por sí sola el 16% de las preferencias. Le siguen de cerca Sicilia (13,8%) y Apulia (13,2%); Campania también obtuvo buenos resultados con un 11,7%. Le siguen Véneto, Umbría, Abruzos, Lombardía, Cerdeña y Emilia Romaña.
