El barco, procedente de España para descargar arena, fue sometido a una minuciosa inspección por parte de la unidad de control del Estado rector del puerto de la guardia costera de Livorno que, después de haber sometido a la tripulación a una serie de simulacros de incendio y de recuperación de hombre al agua, detectó falta de preparación.
También se encontraron deficiencias “en la eficiencia de los equipos de salvamento, las condiciones de vida y de trabajo a bordo, los dispositivos de extinción de incendios y la gestión de la seguridad. También se constató, a través de una entrevista, que dos de los marinos, de nacionalidad rusa, no eran capaces de entender el inglés, idioma oficial de trabajo a bordo, lo que habría impedido la correcta transposición de las órdenes en caso de situaciones de emergencia”. anunció la Autoridad Portuaria. Por estos motivos, los inspectores consideraron necesario que el buque no reanudara la navegación salvo después de una nueva inspección que certificara que se habían restablecido las normas mínimas de navegación.
El barco se encuentra actualmente detenido en el puerto de Livorno para remediar la situación detectada y posteriormente apoyar la investigación por parte de los funcionarios del registro de bandera; luego será sometido a una nueva inspección para su liberación y autorización de salida.
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