Precios turísticos en la ciudad, ironía social. ¿Se está convirtiendo el lago de Como en el lago de Dubái?

El año pasado fue un simple corte para partir una tostada en dos lo que justificó un recargo en caja. Este año le toca el turno a un exótico brioche siciliano que cuesta hasta 4 euros en los bares de Como. Pasamos de lo salado a lo dulce, pero el sabor de los precios turísticos que ahora hacen estragos en el lago de Como siempre sigue siendo amargo. La denuncia del consejero regional de Forza Italia en Como, Sergio Gaddi, ha desatado una polémica que naturalmente encuentra un terreno fértil en las redes sociales. Por eso en los comentarios hay quienes cuentan sus experiencias, que confirman los precios de locura en la ciudad.

“Hay un bar en el centro donde el brioche cuesta 6 euros, calentado en el microondas”, escribe un usuario, que luego, quizás para justificar al camarero-tío Scrooge, añade “pero se sirve en la mesa”. Luego están los que pagaron 3,50 por un capuchino. “¿Te parece así? – pregunta el cliente decepcionado – Pagué y me fui sin decir nada, definitivamente no volveré a visitarlo”.

Y luego están los que llegan al punto de los precios turísticos, es decir, precios diferentes según la clientela. “En un bar de la ciudad, después de tomar un café descafeinado, pregunto cuánto cuesta. Respuesta: 2 euros”, dice un usuario. Cuando se le preguntó asombrado por el precio, el propietario del lugar se retractó: 1 euro y medio. “Alerta – escribe el usuario – lo intentan”. “Ya no tienen vergüenza – comenta otro – Así que si quiero desayunar en el bar tendré que decir al entrar si hay una cadrega”, pregunta irónicamente.

También hay excelentes economistas sociales en los comentarios. “Libre mercado y libre elección. ¿Dónde está el problema?” alguien pregunta. “Cuanto mayor es la demanda, mayores son los precios y cada uno es libre de decidir si compra o no”, dice alguien más. Luego están los que miran lo concreto. “Solo un aspecto fundamental: ¿se mostró el precio? Si es así, ¡no hay controversia!” señala un usuario.

Sin embargo, para algunos habitantes de Como el problema es otro. “Excluyendo los lugares populares para los turistas, el café se ha convertido ahora en un lujo en todos los bares del centro. Pura locura”, es el comentario de un ciudadano. “¡Luego nos quejamos de ver turistas comiendo pizzas en cajas colocadas al costado de la carretera!” alguien más escribe.

Hay quienes aprovechan la polémica y trasladan la cuestión a otros puntos queridos por los ciudadanos. “Ahora incluso los aparcamientos tienen precios “turísticos”, bromea un usuario.

En definitiva, los precios siguen aumentando. Hay quienes creen que es el juego del mercado, la mano invisible de Smith, y quienes observan que la locura de los precios disparatados afecta también a los residentes. Quizás, gracias a la tropicalización del clima, todo se está transformando y el lago de Como, como escribe un usuario, ¡se está convirtiendo en el lago de Dubai!

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