Italia intenta superar las estimaciones de la OCDE con el empujón del Pnrr. Boleta de calificaciones de Fitch ayer

Italia intenta superar las estimaciones de la OCDE con el empujón del Pnrr. Boleta de calificaciones de Fitch ayer
Italia intenta superar las estimaciones de la OCDE con el empujón del Pnrr. Boleta de calificaciones de Fitch ayer

«Veo a Italia en un período de crecimiento, no comparto los enfoques negativos sobre la visión de una perspectiva de economía real. Estoy convencido de que, vistos los últimos datos sobre la dinámica del PIB, superaremos el crecimiento previsto por la OCDE del 0,7%”. Carlo Messina, director de Intesa Sanpaolo, el mayor banco italiano, se mostró ayer optimista sobre el desarrollo del país. «Creo – añadió – que el crecimiento podría ser aún mayor durante 2024 y acercarse al 1%, y continuará en 2025 con niveles superiores al 1% con la aceleración del Pnrr cuyas inversiones son fundamentales». Pocas horas después del veredicto de Fitch sobre la calificación italiana, no podría haber mejor presagio que el de un alto directivo que toma el pulso del mercado a diario.

Más allá de la evolución del PIB, es precisamente del sector bancario de donde provienen las señales más relevantes. Los tipos hipotecarios medios están cayendo hasta el 3,79%, a la espera del tan necesario recorte anunciado por el BCE. Los préstamos dudosos netos se han mantenido estables desde el verano pasado a pesar de que la progresión del PIB se ha desacelerado ligeramente, mientras que la caída de los préstamos a las empresas familiares fue muy limitada (-2%). Los datos del informe de abril de la Asociación Bancaria Italiana explican bien cómo nuestro país se orienta hacia una senda de crecimiento, aunque sea moderado.

El aumento del PIB mayor de lo esperado en el primer trimestre (+0,3% en comparación con los tres meses anteriores, +0,6% interanual) demostró que Italia está mejor que Alemania y Francia (+0,2% ambos) y la recuperación de los dos socios nos da esperanzas de un aumento en los volúmenes de exportación. Además, el crecimiento del PIB estuvo determinado por la evolución positiva en los tres sectores económicos (agricultura, industria y servicios), lo que demuestra que no es sólo el turismo el que lleva la bandera.

Ahora sólo queda esperar a que se reanude el consumo interno, que ya en febrero mostró avances tanto en valor como en volumen mensualmente (+0,1% ambos). Es una prueba de que el enfriamiento de la inflación (+0,9% en abril) empieza a sentirse en las compras diarias. La esperanza es que la tendencia continúe, respaldada también por políticas gubernamentales a favor de las personas con ingresos más débiles, quienes son los primeros en recortar el gasto en tiempos de condiciones económicas inciertas. El frente inversor, como subrayó Messina, no debería causar problemas ya que la aplicación del Pnrr se ha concentrado en su fase terminal.

En definitiva, se darían todas las condiciones para mantener el actual rating “BBB” con perspectivas estables. Las únicas incertidumbres se refieren a lo que es independiente de la habilidad del timonel (entendido como el Ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti): la evolución de la deuda como consecuencia del despilfarro del Superbonus del 110% que afecta no sólo al monto del gasto ( (en gran medida, más de 120 mil millones), sino el impacto anual en las finanzas públicas que también este año -como el pasado- será del orden de decenas de miles de millones de euros.

La obligación de cumplir los dictados del Pacto de Estabilidad, cuya nueva versión se pondrá a prueba entre junio y septiembre después de las elecciones, representa un riesgo. Mantener las cuentas en orden deprimiendo el crecimiento podría ser desastroso. Hasta ahora el gobierno ha intentado equilibrar las dos necesidades, pero a partir de la próxima ley de presupuesto todo se volverá un poco más complejo.

Se podría decir que aceptamos los “milagros” del mercado laboral que actualiza sus registros de empleo incluso sin un PIB que esté a la par de los chinos.

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