Regio de Calabria, falleció la Dra. María Antonella Ferraro

La guerrera ha depuesto sus armas. La diabetóloga María Antonella Ferraro falleció ayer tras una larga estancia hospitalaria. Originaria de Messina, por amor de adopción a Reggio, eligió el Estrecho para librar sus numerosas batallas, siempre en defensa de los más necesitados, en particular en el ámbito sanitario, en el sector de la diabetología que ella contribuyó a desarrollar en la zona.

Por este motivo, en los albores del nuevo milenio, decidió fundar la asociación Diabaino Vip-vip dello Strait para la ayuda a las personas con diabetes y se afilió inmediatamente a la FAND, que lleva más de veinte años junto con Gabriella Violi y con el apoyo de muchos voluntarios. El primer paso fue llevar en helicóptero a todas las personas con diabetes que se encontraban cerca de ella. Sí, así los llamaba porque, le encantaba repetir, “el diabético es un paciente que está destinado a sufrir por la patología, la persona con diabetes acepta vivir con este incómodo compañero y se compromete a mejorar su calidad de vida”. vida para evitar las complicaciones de la diabetes.”

Y gracias a su filosofía, hecha no de sacrificio sino de la alegría de vivir a pesar de las dificultades, sus pacientes descubrieron que la diabetes era un adversario que se podía controlar. Fueron miles de personas que remitieron a ella y a su personal, seguras de encontrar cariño, atención, respeto y, sobre todo, empatía y humanidad. “La vida es el arte de encontrarse”, título de un disco de Vinicius de Moraes, era su frase favorita, el lema de su vida que respetó hasta el final.

Pionero del microinfusor en el sur de Italia, su misión era ayudar especialmente a niños y jóvenes con diabetes tipo 1 a mejorar su calidad de vida, creando cursos de formación específicos, con la ayuda de un equipo formado por profesionales de diferentes especialidades médicas.

Memorables, en este sentido, son los viajes educativos organizados por Diabaino, el estudio realizado para el uso de perros en el tratamiento de la diabetes, la lucha contra la obesidad infantil con la idea de introducir en las máquinas expendedoras escolares alimentos saludables en lugar de productos industriales. alimentos ricos en calorías, pero sobre todo la lucha por el reconocimiento de los derechos de las personas con diabetes, consagrados en una ley 115/87 que no siempre se respeta.

Fue madre, hermana, abuela, amiga de todos los que se acercaban a ella. Incansable tanto en el trabajo como con familiares y amigos, decidió despedirse en el día dedicado a los trabajadores. Ahora tendrá todo el tiempo para descansar y observar cuánto bien queda en la vida y en el corazón de quienes tuvieron la suerte de conocerla. Ad majora siempre.

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