Un nuevo clima en la procesión del 25 de abril en Turín

Un nuevo clima en la procesión del 25 de abril en Turín
Descriptive text here

Las celebraciones del 25 de abril de este año inmediatamente parecieron diferentes de lo habitual y la plaza de Turín no podía faltar en esta diversidad.

Una de las principales críticas a la procesión del 25 de abril, que en Turín se realiza tradicionalmente en forma de procesión con antorchas la tarde del 24 de abril, ha sido siempre la de haberse transformado en un ritual, un poco estéril como todos los rituales, porque Los reclamos de “vidas” suelen manifestarse durante la procesión del Primero de Mayo.

No es que en los últimos años hayan faltado gestos fuertes y expresivos, pero sí quedaron relegados a rincones marginales de la plaza.

Este año el ambiente fue diferente, empezando por la participación, que fue mucho mayor de lo habitual; luego la presencia de muchos jóvenes en los segmentos propalestinos y en otros.

En Piazza Castello las partes ritual y de movimiento encontraron una forma de convivencia: después de los breves discursos oficiales, tan breves que terminaron antes de que toda la procesión llegara a la plaza, el escenario fue ocupado por los movimientos.

La tarde del 24 de abril, entre las filas de la procesión, se pudieron observar varios intentos de actualizar el ejemplo histórico de resistencia, por ejemplo con el paralelismo entre sionismo y fascismo presente en el cartel de la coordinación de Turín por Gaza, con la lucha no violenta resistencia de los movimientos por la justicia climática y la justicia social, con las acciones de movimientos de protesta contra el Gobierno y nuevas formas de represión de la disidencia.

Todo esto ha hecho que una nueva generación de jóvenes se haya sentido llamada a hacer viva la historia de la liberación del nazifascismo, dándole significados nuevos y universales en la lucha de los pueblos oprimidos, en la petición de justicia social y climática, en la aspiración de paz y en llamados a ceses del fuego en todos los frentes de guerra; un mar de jóvenes llenos de ira contra las injusticias, a los que con demasiada frecuencia se les acusa de utilizar métodos fascistas por la vehemencia con la que expresan sus razones que perciben como cuestiones existenciales críticas; una avalancha de jóvenes que, a pesar de su número y de sus tensiones, reducen al mínimo su respuesta a las numerosas provocaciones que sufren, hasta el punto de sorprender a quienes en los últimos días imaginaban escenarios apocalípticos y dar muy poco apoyo a los numerosos críticos.

PREV Arranca el Giro de Italia, Pogacar ganará pero también hay más que ver
NEXT Ferrarelle está contratando en Campania: el enlace para postularse