El 17 de abril, hacia las 13.00 horas, en el instituto penitenciario de Villa Fastiggi, un recluso de origen marroquí, de 24 años, anteriormente detenido por tráfico de drogas, agredió a un comisario de la policía penitenciaria.
El violento enfrentamiento se produjo cuando el interno, tras haber solicitado pasar a una sección ajena para “tomar un café y charlar”, se lo negaron. En respuesta, golpeó al oficial con un cabezazo y dos puñetazos en el rostro, provocándole lesiones que requirieron el traslado del Superintendente al servicio de urgencias local, con pronóstico de 18 días.
El reo en cuestión es conocido por su comportamiento problemático y constantemente desafiante hacia los operadores de la Policía Penitenciaria, actitud que mantiene desde su llegada a la institución. Pese a la profesionalidad de los agentes, que intentaron gestionar y calmar los ánimos, en su historial figuran frecuentes traslados entre varias cárceles debido a agresiones y amenazas al personal. Este fenómeno se describe a menudo como “turismo carcelario”, en el que los reclusos problemáticos se intercambian entre instituciones, comprometiendo el orden y la seguridad.
La llegada de un nuevo director y la aplicación de directivas políticas más estrictas tienen como objetivo restablecer el orden y evitar el deterioro de la situación en las prisiones, que desde hace tiempo han sido criticadas por la gestión de los presos, en particular aquellos con problemas psiquiátricos que requerirían la asistencia. de instalaciones especializadas en lugar de encarcelamiento en instituciones penitenciarias.
Uilpa expresó su preocupación por las condiciones en las que operan diariamente los agentes de la Policía Penitenciaria, denunciando una grave escasez de personal y una gestión inadecuada de los presos más difíciles, que siguen representando un desafío importante para la seguridad y el orden del sistema penitenciario italiano.
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