Udinese, ¿qué partido quieres jugar contra el Verona?

Udinese, ¿qué partido quieres jugar contra el Verona?

Esperar y luego intentar atacar al contraataque, como suele hacer contra los equipos grandes. ¿Tener el balón en las manos desde el primer minuto, algo que casi nunca ha conseguido esta temporada, ni siquiera en casa contra los equipos pequeños?

Ya no hay margen de error, el Bentegodi es una encrucijada fundamental, si no precisamente decisiva, en la lucha por la salvación. Quien pierde se mete en problemas y no poco, no hay que andarse con rodeos, además porque las dos últimas rondas han demostrado que, aparte de Salernitana, todos los demás pueden sumar puntos.

Cioffi lo sabe muy bien y por eso está evaluando cuál podría ser el mejor plan de juego posible. Contra un equipo tímido e igualmente expectante como el de Baroni, que también intenta aprovechar los errores del rival, es imposible repetir lo que se hizo contra el Inter y la Roma. El resultado sería un partido muy bloqueado, como el que se vivió el lunes de Pascua contra el Sassuolo, con dos equipos que corren el riesgo de anularse.

El 0-0 no ayuda a nadie. Hemos comprendido que, para salvarnos, una actitud pasiva no puede ser suficiente. Necesitamos un Udinese cauteloso en defensa pero al mismo tiempo proactivo a la hora de atacar. ¿Cómo hacer?

Empecemos por un hecho inequívoco: Los bianconeri son el equipo con menor porcentaje de posesión de balón (39%) de toda la Serie A. Esto es un problema especialmente cuando se trata de enfrentarse a formaciones que están apiñadas detrás y no dejan espacio. De hecho, no es casualidad que el Udinese haya tenido problemas en los partidos directos, sin conseguir nunca una victoria, ni en casa ni fuera.

Con la ausencia de Thauvin, entonces, esa inventiva, esa genialidad que te puede permitir resolver el juego aunque sea con un solo episodio, con una jugada individual, es aún menor. Colocar a Pereyra y Samardzic en el centro del campo en un 3-4-2-1 disfrazado fue la contramedida del técnico toscano. Esto también es para dar mayor determinación y apoyo a un equipo de Lucca que, de otro modo, corre el riesgo de quedar aislado entre los centrales contrarios. Tucu y Laki tienen la tarea de moverse entre líneas sin dar puntos de referencia, de inventar el juego, de verticalizarse para los cortes del delantero o las inserciones de sus compañeros.

Mucho dependerá también de la elección de los dos centrocampistas. Con Payero en el campo se juega más con la agresión y el contraataque, ya que el argentino es un centrocampista fuerte. Con Zárraga, que ya tiene el fraseo en sus características intrínsecas, por el contrario, surgiría una construcción más maniobrada. Se trata de una segunda vuelta que Cioffi resolverá sólo en el último minuto.

Otro factor en un hipotético Udinese con tracción ofensiva y centro de gravedad podría ser la elección del brazo derecho. Desplegar a Ferreira desde el primer minuto y no a Kristensen, con Pérez deslizándose hacia la izquierda, también tendría cierto significado desde este punto de vista. En sus actuaciones extremadamente positivas con Atalanta y Bolonia, el portugués interpretó el papel de una manera innovadora y europea.

Lo importante, hay que decirlo, es que contra el Verona prevalecen las ganas de ganar y no el miedo a perder. Para empezar a alejarnos del fondo de la tabla se necesita una victoria; lamentablemente, un empate estéril no serviría de mucho, sin siquiera considerar la posibilidad de una derrota muy dolorosa, que abriría una crisis profunda.

Verona es un equipo que lucha pero al mismo tiempo encaja mucho. La defensa de Scaliger no es perfecta, intentar atacar sin esperar, sin verse frenado por demasiadas tácticas es la mejor solución. La clasificación y el momento exigen valentía, el sábado veremos de qué está hecho el Udinese.

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