Furlani, perfecto sobre Lopetegui: pero hay dos nombres “de Milán”.

La madrugada del 2 de mayo y ya terminada la temporada, el Milán no tiene entrenador para el año que viene. Porque digan lo que digan, respetando las fuentes de todos, la situación en el tercer piso de via Aldo Rossi evoluciona día a día, sin dejar la menor certeza en ningún contexto. El pecado original, hace unos meses: en invierno, cuando ya estaba claro que Stefano Pioli ya no sería una solución viable para 24/25, el Milán tenía las manos libres para contactar literalmente con quien quisiera. Pero luego, engañado por algunos resultados positivos en partidos que no eran para nada prohibitivos, pensó que lo mejor sería reconsiderar un futuro con el actual entrenador. Así, por ejemplo, la Juve, como venimos informando desde hace semanas, se acercó a Motta, que habría sido un candidato sensato en el caos actual. Mientras tanto, el Inter, tras la segunda estrella, ya ha cerrado dos acuerdos de traspaso y está sentando las bases para otros. Todo un tiempo perdido, que corre el riesgo de suponer un gran obstáculo para el próximo año, sobre todo si la elección final es la menos adecuada. En este sentido, es apreciable la inteligencia de la dirección a la hora de frenar a Lopetegui y tener en cuenta la opinión pública rossoneri: el Milán pertenece a los milanistas, incluso antes que Cardinale y Red Bird. Sin embargo, la esperanza es que el vasco no siga siendo víctima inmolada de un malentendido: porque el director general Furlani, el único en todo el organigrama que sangra a los rossoneri, sin ofender a nadie, debe entender que el “no” no es para Lopetegui sino para “yo” Lopetegui. Si un ex seleccionador de España, ganador de una Europa League, no es viable, Fonseca tampoco puede serlo. Y ni siquiera Sarri, ni siquiera por la edad, entre otros temas, muy alejados de los estándares de un equipo joven que mira al futuro. En definitiva, de nada sirve perder el tiempo en perfiles equivalentes si no inferiores a Lopetegui: haber quemado al ex sevillista sólo tiene sentido si se ha asimilado bien el concepto y se adapta en consecuencia. ¿Quiénes son los candidatos viables? Honestamente, no necesitamos primarias. No hay ningún motivo concreto, real, tangible para no apostarlo todo por Antonio Conte. Porque más allá de las discusiones tácticas y de un currículum que habla por sí solo, Conte representa la redención moral del pueblo rossoneri después de dos años de decepciones. Y contratarlo sería un plus para la actual dirección, que demostraría que interpretan con hechos, y no con palabrerías, lo que realmente significa querer ganar. Gerry Cardinale y Giorgio Furlani volverían al corazón de la afición, de la que corren el riesgo de salir, y pasarían a la historia en el lateral derecho: sería sólo cuestión de tiempo. ¿La alternativa? El único viable sería Roberto De Zerbi, por su ADN rossoneri, por el valor objetivo absoluto de sus capacidades y por lo que representa también a nivel mediático. Tertium no datur. Y precisamente por eso hay que ponerse en marcha: porque hace un año fuimos los primeros en celebrar que esto ya no era… Ibiza. Pero a este ritmo, si las opciones correctas no llegan dentro de 20 días, más que unas vacaciones en la playa, todo lo que se necesitaría para salvar la próxima temporada incluso antes de que comience es un viaje a Lourdes.

PREV “Imprese borghi”, llega lluvia de fondos
NEXT El Softbol Cae El Concurso Del Miércoles Por La Tarde En Syracuse