por Daniele Petrone
“¿La universidad en el antiguo Banco de Italia? Podría haber sido una realidad, dado que el rector y sus colaboradores, junto con sus arquitectos, habían visitado el edificio. Luego no volví a saber nada de ellos. Mi disponibilidad sigue ahí y espero que las negociaciones se reanuden”. Así lo reveló directamente Edoardo Onofri, el empresario friulano de origen romañol que con su Penta Investments srl había adquirido la propiedad en Piazza Martiri 7 Luglio en 2022.
La reunión tuvo lugar entre septiembre y octubre del año pasado. El rector de Unimore, Carlo Adolfo Porro, junto con el vicerrector Giovanni Verzellesi y los técnicos encargados de evaluar la viabilidad, habían visitado el edificio, mostrando interés por una posible solución. Lo que también se podría haber realizado gracias al dinero del Pnrr. Pero al final, al menos por el momento, el acuerdo fracasó. Unimore ha decidido, de acuerdo con la Administración Municipal, orientarse hacia el desarrollo de un nuevo centro en el renovado Parque de Innovación en la antigua Reggiane, como lo demuestra la reciente adjudicación en subasta de la antigua zona de Gallinari – como anticipó la semana pasada nuestro periódico – por Stu Reggiane (la empresa que se ocupa de la regeneración urbana en torno a las antiguas Oficinas) donde se construirá una residencia de estudiantes y alojamiento para los trabajadores del Tecnopolo.
El propietario del antiguo Banco de Italia, sin embargo, no cierra la puerta, también a la luz del debate suscitado por la entrevista concedida a Carlino por el profesor Alberto Cadoppi, quien sugirió trasladar el prorrectorado al centro histórico. Bueno, es más que una sugerencia. “No quiero hablar demasiado porque no me gustaría que me acusaran de conflicto de intereses, ya que soy el propietario – afirma Onofri – pero me limitaré a decir que mi empresa siempre ha operado sin especular y considerando el contexto social en el que se desarrolla, conociendo el sufrimiento del centro histórico, me gustaría mucho que la universidad se instalara en el edificio. Por mi parte, hay la máxima disposición para sentarse a la mesa”.
La impresión es que de momento la universidad ha guardado el sueño en un cajón. Pero nunca digas nunca. También porque estamos hablando de una propiedad valiosa, de 4 mil metros cuadrados y con dos apartamentos en el primer piso de 350 metros cuadrados cada uno (que eran funcionales para el director y el cajero del antiguo Banco de Italia). Todo en excelente estado estructural, hasta el punto de que unos 100.000-200.000 euros de obras y medidas internas serían suficientes para un edificio valorado en unos 6-7 millones (en la antigua Reggiane se gastó mucho más, aunque aquí hay una parte de discusión de regeneración urbana y social).
Para el alquiler necesitas una cuota de unos 25 mil euros al mes. Según los antecedentes, el Conad había manifestado interés, pero al final la negociación se había estancado.
