Los accidentes de tráfico causados por conducir en estado de ebriedad tienen un impacto importante en la mortalidad juvenil. Conocer los riesgos asociados al consumo de alcohol es fundamental para la propia seguridad y la de los demás. El mensaje será reiterado por los operadores del Servicio de Adicciones de la ASL AT, mañana, 18 de abril, con motivo de la Jornada de Prevención del Alcohol”. En el hall del hospital, de 9 a 15.30 horas, se brindará información sobre unidades de alcoholemia y seguridad vial.
Para la ocasión también se montó una exposición de apoyo a la campaña de prevención.
El nivel óptimo de concentración de alcohol en sangre (nivel de alcohol) a efectos de aptitud física y psicológica para conducir es de cero gramos por litro: la ley lo exige para los menores de 21 años, para los conductores noveles y para los profesionales de la conducción. Con una tasa de alcohol en sangre de 0,5 g/l, el nivel máximo permitido por el código de circulación y que nunca se debe alcanzar si se pretende conducir, el tiempo de frenado se duplica, el campo de visión se reduce, en particular el lateral, hay una percepción distorsionada de las distancias y la velocidad.
Al consumir alcohol, es fundamental esperar al menos dos horas por cada vaso consumido antes de conducir.
El consumo de sustancias estupefacientes como alucinógenos, anfetaminas, cannabinoides, cocaína, éxtasis, inhalantes y opiáceos también conlleva un aumento significativo del riesgo de accidentes, especialmente si va acompañado del consumo de alcohol.
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