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El jueves, 68 personas (19 niños enfermos y heridos del hospital Nasser de Khan Yunis y sus acompañantes) fueron sacados en avión de la Franja de Gaza con el permiso del ejército israelí. La evacuación se produjo a través del cruce de Kerem Shalom, que conecta el sureste de la Franja con Israel, en dirección a Egipto, cuya frontera no está muy lejos, y luego hacia otros países donde los niños serán hospitalizados y tratados. Se trata de la primera evacuación por motivos sanitarios concedida por Israel desde principios de mayo, cuando el ejército israelí se concentraba en el sur.
El director de los hospitales de Gaza, Mohammed Zaqout, dijo en una conferencia de prensa el jueves que la evacuación fue coordinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y tres organizaciones de ayuda estadounidenses. Hanan Balkhy, responsable de la región del Mediterráneo Oriental de la OMS, comentó la noticia calificándola de un importante paso adelante, recordando sin embargo que todavía hay más de 10 mil personas en la Franja de Gaza que necesitan un tratamiento que no pueden recibir dentro del país. debido a las gravísimas condiciones de los pocos hospitales aún abiertos.
Hanan Balkhy también escribió que «de las 13.872 personas que han solicitado abandonar la Franja de Gaza por motivos de salud desde el 7 de octubre (el día del ataque de Hamás a Israel, ed.) sólo el 35 por ciento fueron liberados.” Seis de los niños evacuados el jueves habían sido trasladados al hospital Nasser desde el hospital Al-Ahli, en la ciudad de Gaza, durante una operación de la OMS hace unos días: de ellos, cinco son pacientes de cáncer y uno tiene síndrome metabólico. Zaquot calificó la evacuación del jueves como una “gota en el océano” y dijo que hay otros 980 niños con cáncer en la Franja que requieren atención urgente.
Niños palestinos hospitalizados en el hospital Nasser esperan con sus familias para salir de la Franja de Gaza el 27 de junio (Foto AP/Abdel Kareem Hana)
En toda la Franja de Gaza la situación humanitaria lleva meses colapsando y con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas las condiciones sanitarias en algunos de los mayores campos donde viven palestinos desplazados han empeorado aún más, con riesgo de propagación de enfermedades como la hepatitis. A y el cólera.
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