“Paz en 24 horas”: el detrás de escena del “plan Trump” para Ucrania. La “teoría loca” y los 3 factores que podrían favorecer a Putin

Cuando sea presidente detendré la guerra en Ucrania en 24 horas“. Palabra de Donald Trump.

¿Si pero como?

Desde hace meses se intenta, entre bastidores, esbozar el camino que posiblemente tomará el líder de los republicanos, el nuevo/viejo hipotético inquilino de la Casa Blanca por venir. Pero cada investigación, cada indagación, cada revelación difícilmente se aleja del siguiente escenario: Trump ejerciendo una presión irresistible sobre Volodímir Zelenski, Washington cierra los grifos de suministro a Kyiv. Y Putin quien declara alguna forma de victoria, concluyendo temporalmente esta guerra, embolsándose un gran botín de tierras, esperando completar la obra, en el primer momento apropiado.

No se trata de una exageración, ni siquiera una caricatura, sino más bien la aplicación del “pensamiento Donald” desde el comienzo de la invasión, según el cual tanto Kiev como Moscú “Quieren salvar las apariencias, quieren una salida“. El propio Trump desempeñaría el papel de mediador, deseoso de cerrar el “trato” para pasar a la historia, ansioso por mostrar sus tan cacareadas habilidades de negociación, pero al mismo tiempo anulando efectivamente más de dos años de resistencia, aceptando la ley del más fuerte como el nuevo paradigma en las relaciones internacionales y abriendo las puertas a reglas de la jungla.

Sin embargo, en las últimas horas ha surgido algo más. No solo una idea, sino un plan detallado y semioficial de lo que sería de Ucrania en caso de una presidencia de Trump.

¿Podrá Trump detener la guerra en Ucrania en un día? La “teoría del loco” y los 3 factores que pueden favorecer al Kremlin. Análisis y antecedentes de su “Plan de Paz”

 

Los nombres clave son los de Keith Kellogg Y Fred Fleitz.

El primero es un general retirado, con 36 años de trayectoria en el ejército. Kellogg luchó en Vietnam, sirvió como oficial de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos en Camboya y, durante la primera guerra de Irak, como jefe de personal de la 82 División Aerotransportada. Pero saltó a la prominencia nacional como director operativo del gobierno provisional de Bagdad: cargo que ocupó hasta 2004, aunque no se distinguió por su brillantez como administrador político. Eso no le impide ser elegido por Trump como asesor interino de Seguridad Nacional cuando Michael Flynn se le acusa de vínculos –sí, a veces regresan– con el Kremlin.

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