La base militar en el centro de Irak que alberga tropas del ejército y antiguos paramilitares proiraníes de Hachd al-Chaabi, integrados en las fuerzas regulares, fue víctima de un “bombardeo” durante la noche del viernes al sábado. Fuentes del Ejército y del Ministerio del Interior no han podido hasta el momento facilitar información sobre quién fue el responsable de la acción contra la base, ni han precisado si se trató de “un ataque con drones”. «Se han producido explosiones en los almacenes que albergan los equipos tras los bombardeos», explican las mismas fuentes: «Un incendio está arrasando algunos sectores y continúa la búsqueda de los heridos. El bombardeo alcanzó equipos, armas y vehículos”. La acción, que no fue reivindicada de inmediato, es parte de un contexto regional explosivo, alimentado por la guerra en Gaza que enfrenta a Israel contra el movimiento islámico palestino Hamas, cada uno apoyado por aliados regionales o internacionales.
«Los Estados Unidos no han realizado hoy ataques aéreos en Irak», afirma el Comando Central de los Estados Unidos (CENTCOM) en X, subrayando que las informaciones según las cuales las fuerzas estadounidenses habían llevado a cabo una incursión «no son ciertas». Mientras tanto, fuentes israelíes negaron a CNN la participación de Tel Aviv en el ataque aéreo de anoche contra una base de la milicia pro iraní en Irak. Las milicias proiraníes en Irak, sin embargo, reivindicaron el lanzamiento de un dron contra Eliat, en Israel, en respuesta a las “violaciones israelíes de la soberanía iraquí y sus ataques contra las bases de las Fuerzas de Movilización Popular (Hashed al-Shaabi). Ynet escribe esto después del ataque de anoche contra la base de Calso en Irak.
