Durante la noche del viernes al sábado fue bombardeada una base militar en el centro de Irak, en cuyo interior se encontraban tropas delejército y ex paramilitares proiraníes de Hachd al-Chaabi, integrado en las fuerzas regulares. Aún no se sabe quién abrió fuego ni si se trató de un ataque con drones. El primer balance es de dos muertos y ocho heridos.
“Se han producido explosiones en los almacenes que albergan los equipos tras los bombardeos”, explican las mismas fuentes: “Un incendio está devastando algunos sectores y la búsqueda de heridos continúa. Los bombardeos alcanzaron equipos, armas, vehículos”.
Israel niega su participación. Así lo declaró un funcionario israelí a CNN, según informó el periódico The Times of Israel, después de que una coalición iraquí de milicias proiraníes dijera que una de sus bases militares había sido objetivo de un ataque aéreo. También desmentido por Estados Unidos: en un post el Comando Central estadounidense afirma que “Estados Unidos no realizó ataques aéreos en Irak hoy”, negando lo que algunas fuentes de inteligencia dijeron sobre las responsabilidades estadounidenses: “Esta información es falsa”.
Mientras tanto, la situación en Oriente Medio se está calentando cada vez más. En un vídeo publicado en las redes sociales, la Resistencia Islámica en Irak anunció que había lanzado algunos drones contra “un objetivo vital” en Eliat, en el sur de Israel, en la frontera entre Egipto y Jordania: “El ataque es la respuesta a la violación de soberanía de Irak por parte del enemigo sionista y su ataque contra las Fuerzas de Movilización Popular Iraquíes (FMP)”.
Algunas imágenes de satélite de la zona del ataque en Irán, perpetrado anoche por Israel, muestran “daños en un sistema de radar cerca del aeropuerto de Isfahán”.
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