Kate Middleton volvió al público con motivo del Trooping The Colour, la tradicional fiesta muy querida por la reina Isabel II.
La fiesta fue también una oportunidad para celebrar el cumpleaños del rey Carlos III. Contra todo pronóstico, la futura reina del Reino Unido apareció en el balcón del Palacio de Buckingham para el saludo ritual.
Antes de asistir al evento, la princesa Kate hizo un anuncio sorpresa con un mensaje en las redes sociales. El rey Carlos dijo estar encantado con la participación de su nuera en la fiesta.
Para la ocasión, la esposa del heredero al trono Guillermo eligió un vestido blanco con un lazo en el cuello y un gran sombrero. En esta foto quedó inmortalizada en un carruaje junto a sus hijos. Carlo de uniforme y Camilla con un vestido celeste también llegaron en carruaje. El rey debería haber llegado a caballo pero probablemente los médicos le desaconsejaron debido a su estado de salud, que aún se estaba recuperando.
Trooping the Color fue una fiesta muy emotiva, Kate fue recibida con miles de aplausos y el público quedó visiblemente emocionado de volver a verla después de tantos meses. Sin embargo, hay un detalle que no pasó desapercibido para los sujetos más atentos.
Kate vuelve al público: el detalle que no escapa
La princesa Kate aún no se ha recuperado del todo del tumor y aunque aparecía sonriente, había perdido mucho peso y su rostro estaba marcado por la terapia preventiva contra el cáncer.
El vestido que lució, como siempre, no fue elegido por casualidad. Era un nuevo modelo de Jenny Packham, una de sus diseñadoras favoritas y el blanco representa la pureza, pero también la ansiada libertad. Por tanto, el mensaje es claro: Kate está decidida a salir de un período difícil y recuperar su vida.
La noticia del tumor de Kate llegó como un rayo caído del cielo a la Familia Real. Y el golpe fue doble, porque en el mismo período la monarquía británica también tuvo que lidiar con el cáncer del rey Carlos.
Lo peor ya parece haber pasado y aunque el tumor no hace ningún descuento a nadie, la futura reina de Inglaterra encantó como siempre a sus súbditos.
