El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, dijo ayer que una guerra que involucrara al Líbano tendría implicaciones regionales y que el grupo armado chiita libanés atacaría a cualquier otro país de la región que ayudara a Israel en el esfuerzo bélico, citando a Chipre, que acogió a las fuerzas israelíes para los ejercicios.
El presidente chipriota, Nikos Christodoulides, afirmó por su parte que Nicosia “no está implicada en modo alguno” en ninguna operación militar en la región. Chipre es “parte de la solución, no del problema”, dijo Christodoulides, recordando el corredor marítimo Chipre-Gaza utilizado para entregar ayuda al enclave palestino.
En una declaración difundida por el portavoz chipriota Konstantinos Letymbiotis, Christodoulides subrayó que “existe un canal de comunicación tanto con el gobierno libanés como con el gobierno iraní, a través de la vía diplomática”. Se le preguntó al presidente si le preocupan las declaraciones de Nasrallah. “No son agradables – respondió -, pero no corresponden en modo alguno a lo que intentamos hacer, que es dar la imagen de la implicación de Chipre en actividades bélicas: esto no es en absoluto el caso”.
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