El trabajador indio que resultó gravemente herido en Latina en un accidente de trabajo en una granja y que no fue auxiliado a pesar de tener…
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El trabajador indio que resultó gravemente herido en Latina en un accidente de trabajo en una granja y que no fue rescatado a pesar de que le amputaron el brazo, no sobrevivió. El hombre de 31 años falleció esta mañana en San Camillo de Roma. Al hombre, cuyo brazo había sido amputado por una máquina, lo subieron a un minibús y, en lugar de llevarlo inmediatamente al hospital, lo arrojaron frente a su casa. Un retraso que resultó fatal. La situación del empresario Antonello Lovato, de 38 años, está empeorando y ahora está bajo investigación por homicidio y no prestación de ayuda.
Trabajador agrícola indio pierde un brazo, lo arrojan frente a su casa sin ser rescatado: horror en el campo latino
La historia
Satnam Singh fue apodado “Navi”. Tenía 31 años. Vivía con su mujer en Cisterna, en la zona de Sant’Ilario, donde ambos trabajaban desde que llegaron a Italia hace unos años. La otra tarde estaba trabajando con una máquina que envuelve láminas de plástico, de las que se utilizan para cultivos en invernadero. Su brazo quedó atrapado en una tela y arrastrado hacia el interior de la máquina. Los gritos desesperados, la sangre. Su esposa también estaba trabajando. Ambos fueron subidos a un minibús. Estaba en condiciones desesperadas. La extremidad separada del cuerpo fue colocada en una caja de frutas. La mujer estaba convencida de que los llevarían al hospital.
No fue así. El minibús (la policía todavía está intentando comprender claramente quién iba a bordo y quién conducía) se dirigió en cambio hacia Sant’Ilario. Una vez allí, Satnam Singh fue literalmente “arrojado” al suelo, abandonado sobre el asfalto, sangrando y ahora inconsciente, junto con el casete con la extremidad amputada. La esposa a bordo empezó a gritar desesperadamente. No había manera de convencer a quienes los habían traído allí de que pensaran de nuevo. La mujer, entre otras cosas, no habla italiano y sólo podía gritar en su idioma. Nadie la escuchó.
Esto empeora la situación tanto del empleador como del cabo. Serían los dos investigados por falta de asistencia y hasta ayer por lesiones agravadas, ahora por homicidio culposo. Desde las primeras reconstrucciones, lo ocurrido es absurdo. Los dos aparentemente regresaron a la empresa, luego de descargarlo lavaron el minibús y recién en ese momento, acompañados de un abogado, se presentaron a la policía y contaron su versión de lo sucedido.
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