Propietario chino insulta y abofetea a agentes, cierra bar en Venecia

Los hechos ocurrieron en Venecia la tarde del 22 de junio. Un equipo de la policía de la laguna de la Comisaría Central de Venecia intervino en el restaurante porque se había informado de una acalorada discusión entre el propietario y un cliente por bebidas no pagadas. Al llegar, los agentes encontraron a los dos y, en particular, a la mujer que se encontraba en un fuerte estado de agitación. Y será la mujer la que inmediatamente se muestre intolerante al control de los policías que intervinieron con actitud hostil y poco colaboradora, negándose a facilitar su propio documento de identidad para su identificación. Además, no paga, arremetió con insultos e insultos y golpeó a los agentes con varias bofetadas en presencia de numerosos transeúntes, clientes y empleados del mismo lugar.

Unos días después, llegan medidas del comisario de policía de Venecia, que ya ha demostrado que no permite incidentes similares en establecimientos públicos: se ha ordenado la suspensión de la licencia por un período de cinco días. Además, la propietaria, una ciudadana china de 43 años, quedó en libertad bajo fianza por los delitos de Resistencia y Violencia contra un Funcionario Público, Desacato a un Funcionario Público y Negativa a proporcionar información sobre su identidad personal.

Por ello, ayer los agentes de policía hicieron bajar las persianas de la taberna, situada en la calle de l’Anconeta, en Cannaregio. La propietaria, una mujer de origen chino de 43 años, se mostró en esta ocasión verdaderamente furiosa: la negativa del hombre a pagar una bebida la había hecho perder literalmente la cabeza. Pero lo peor es que el resentimiento aumentó cuando vio llegar a los uniformados al lugar: la mujer no sólo no se calmó sino que resistió cualquier control por parte de la policía, llegando incluso a insultar y abofetear a los agentes.

La medida adoptada por el Comisario de Policía de Venecia está prevista en el artículo 100 del texto refundido de las leyes de seguridad pública: cierre temporal por razones de orden público y peligrosidad social, y en el fondo también está pendiente la denuncia contra el hombre de 43 años. -viejo.

Pero la Osteria di Cannaregio, en Rio Tera della Maddalena, acababa de afrontar otros problemas. De hecho, el local llevaba tres días cerrado por orden de la policía municipal, por “ampliación de asientos”, es decir, por aquellas mesas extra fuera de la zona de asientos permitida. En los últimos meses, el lugar había sido tomado varias veces por agentes de la policía local con sillas y mesas donde no se les permitía estar. Ampliaciones ilegales, por las que se desencadenaron las sanciones exigidas por el reglamento que, de repetirse, podrían derivar en cierres progresivos.

Y fue en esas mesas, el sábado 22 de junio, donde estalló la violenta discusión. En el lugar los agentes encontraron a un cliente que discutía acaloradamente con el propietario sobre la factura a pagar, que según el cliente era excesiva. A la mujer, como se mencionó anteriormente, no le gustó la llegada de la policía al punto que esto la enfureció e incluso derivó en insultos y hasta bofetadas con las que golpeó a los agentes.

El comisario de policía Gaetano Bonaccorso ordenó el cierre del restaurante durante cinco días. Además, al reabrir el bar, el propietario tendrá que tener cuidado y respetar las normas. La disposición, de hecho, constituye un “precedente” y su repetición pone en riesgo la licencia.

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