Bérgamo: exactamente ocho años después de la inundación de Longuelo, los problemas están lejos de resolverse

Ocho años después, con motivo del aniversario de la inundación en el barrio de Longuelo de Bérgamo, ocurrida el 26 de junio de 2016, cuando el nuevo consejo acaba de asumir sus funciones, es hora de repasar lo que se ha hecho hasta ahora para evitar otras desastres en el futuro.

Para resumir, explicando también cuánto queda por hacer porque está inacabado, está el Comité VivereLonguelo, que también ha lanzado un llamamiento a la Administración para que continúe las intervenciones para evitar más accidentes.

Las inundaciones del pasado mes de mayo

Todo ello, poco después de las intensas lluvias del miércoles 22 de mayo de 2024, cuando el fuerte temporal provocó un nuevo fenómeno de inundaciones en varias zonas de la ciudad.

«Una vez más, entre las zonas más afectadas se encuentra nuestro barrio, que revivió, aunque en menor escala, la pesadilla del 26 de junio de 2016, cuando la primera inundación causó graves daños, aunque afortunadamente no a personas – escribe el Comité en la carta dirigida al Palacio Frizzoni y a los periódicos -. Nos dirigimos a la nueva administración municipal (¡muchos deseos de buen trabajo!) para resumir la situación y explicar las soluciones que estamos esperando”.

Conformación y consumo de tierra.

Entre los principales problemas del barrio está el hecho de que el punto topográfico más bajo se encuentra en via Mattioli, en el lado sur del edificio que alberga el Cine Conca Verde y la Banca Bper y al norte los condominios Due Torri y los de la farmacia con pórtico. Esta configuración favorece la recogida de aguas superficiales y su vertido a los sótanos cercanos, favorecida también por las ranuras de ventilación para prevención de incendios en el techo de los pasillos de garajes de las Dos Torres.

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A esto se suma el carácter arcilloso del primer subsuelo, que además de crear acuíferos suspendidos, impide el drenaje de las aguas superficiales en las pocas zonas verdes disponibles. «El consumo de suelo en las últimas décadas ha sido devastador – explicó el Comité -. Por un lado, debido a las implicaciones hidráulicas, es decir, el aumento de los volúmenes de agua de lluvia que deben ser laminadas ante la falta de posibilidad de realizar pozos con fugas, la red de canales cargada de problemas que nunca han sido resueltos, la ausencia de vías fluviales por las que para dirigir el excedente. Por otro lado, por la continua creación de islas de calor que en la época estival, especialmente en superficies asfaltadas, producen efectos negativos.”

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El estudio de la Universidad de Pavía

Tras la inundación, el Ayuntamiento había encomendado a la Universidad de Pavía la tarea de estudiar el acontecimiento de 2016 y proponer las soluciones a adoptar para evitar que se repitiera. De los resultados del estudio surgieron importantes cuestiones críticas en la estructura de las obras responsables de la gestión de las aguas pluviales, que deberán resolverse adaptando la red hídrica y creando tres tanques de laminación en diferentes puntos del territorio: Astino, Via del Celtro y en el zona de los campos entre el restaurante Lozza e il Golf.

«En lugar de proceder a un diseño global de las obras necesarias – prosiguió VivereLonguelo -, la Administración y los organismos han optado por proceder paso a paso y hasta la fecha sólo se ha construido un tanque, el de Astino, mientras que en lo que respecta a la red de agua, el Las intervenciones se construyeron en el río Lavanderio y en un tramo de Roggia Curna, pero hasta la masía Bechela, donde un obstáculo interrumpió el recorrido. Este aspecto tan grave ha sido denunciado en varias ocasiones y nunca resuelto. Entre otras cosas, nunca se ha aclarado si se trató de una intervención abusiva o autorizada: en caso afirmativo, ¿por quién? ¿Y por qué motivo?

Las intervenciones solicitadas por el Comité

Como comprendimos el 22 de mayo, un solo tanque móvil no es suficiente. Pero entonces ¿qué se debe hacer por el grupo de residentes? En primer lugar, es urgente eliminar la obstrucción que bloquea el paso del Roggia Curna a la finca Bechela, adaptando el tramo hidráulico a lo largo del tramo que atraviesa la zona del Golf, hasta el desagüe de Cascina Lupo. Luego se deben construir los dos tanques que faltan o, si se considera que ya no son necesarios, se deben demostrar con documentación técnica, cuyos cambios respaldados por la Universidad.

«La Administración ha informado en varias ocasiones que la realización de algunas de estas intervenciones se ve impedida por el hecho de que la propiedad de Roggia no está en manos del Municipio, sino del organismo privado Luogo Pio Colleoni. Si esto no es factible, no es posible seguir utilizando una rejilla que no puede utilizarse libremente como canalón para recoger el agua de lluvia. Además, para las zonas más críticas del barrio, se necesita una red de recogida y evacuación de aguas pluviales que apoye el sistema de alcantarillado existente.”

Por último, para el Comité, un sistema de previsión y alerta de inundaciones es fundamental, ya que también se ganó una licitación Cariplo que proponía, además de la construcción de los tres tanques, la adopción de herramientas de seguimiento, previsión y alerta, también denominadas Cli.C. Bérgamo, que por tanto debería aplicarse a los residentes. «Somos conscientes de que se trata de intervenciones técnica y económicamente exigentes, pero también es cierto que el carácter crítico de la situación y las implicaciones que determina, también en términos de riesgo para la seguridad de las personas, nos exige actuar con la determinación necesaria».

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