Vibo. Pero ¿qué “revolución” no es más que un accurduni disfrazado entre viejos zorros políticos?

Vibo. Pero ¿qué “revolución” no es más que un accurduni disfrazado entre viejos zorros políticos?
Vibo. Pero ¿qué “revolución” no es más que un accurduni disfrazado entre viejos zorros políticos?

Lo hicimos bien tanto con la selección nacional como con Enzo Romeo, candidato a la alcaldía de Vibo Valentia. En nuestro artículo comentando las declaraciones del candidato Francesco Muzzopappa a favor de Enzo Romeo habíamos llegado a comparar el comportamiento de la coalición de centro izquierda de Vibo Valentia con la Italia de Spalletti, mientras comparábamos la España de los jóvenes con Flavio Stasi con su extraordinaria y clara victoria en Corigliano-Rossano.

Escribimos de antemano para no poner las dos realidades al mismo nivel: “Hay una diferencia como entre la España de anoche y la Italia de Spalletti. España sería Flavio Stasi, Italia Enzo Romeo. Por supuesto, deseamos que gane. Pero nos parece que todo cambia para que nada cambie…”. Romeo ganó y estamos más que felices por el nuevo golpe asestado al sistema de poder de Roberto Occhiuto. Su candidato Nicola Cosentino pierde mucho y no puede decir una palabra sobre esta derrota. Ahora se pone simpático (arrassusia…) y habla del servicio Uber van e black que gracias a él llega a Calabria. Quién sabe qué pensarán los taxistas de los aeropuertos de Lamezia Terme y Reggio Calabria sobre esta vía privilegiada suministrada al gigante mundial del alquiler de coches.

Mangialavori mostró más dignidad y al menos asumió la responsabilidad de la derrota. Una forma inteligente de decir: Asumo la responsabilidad incluso si estas tonterías fueron hechas por el padre maestro del centro-derecha en Calabria y por la multitud de incompetentes que lo rodean, por el líder del grupo regional Michele Comito, a quien inventé como consejero regional sólo para verme a mí mismo. traicionado inmediatamente después, a Tonino Daffina, que sólo combina pasteles allí donde tiene la mano. Y de hecho ya habíamos escrito que en una posible segunda vuelta entre Enzo Romeo y Nicola Cosentino, el primero habría dejado en ridículo al desafortunado director regional, que tras la derrota volverá a su lugar en la Región para fingir que trabaja, exactamente como su “maestro”.

A menudo, la arrogancia del poder y la certeza de la propia infalibilidad llevan a tomar decisiones incomprensibles que en un instante hacen caer sistemas de poder considerados sólidos y duraderos. El sistema de poder del centroderecha en Vibo se ha resquebrajado espantosamente y ha recibido un golpe mortal. Mirando los datos electorales, resulta que el centroderecha trabajó tenazmente hasta el final para… perder. Si Nicola Cosentino hubiera mantenido los 7.000 votos en la primera vuelta, habría ganado las elecciones a pesar de las hazañas de Enzo Romeo, que alcanzó los 6.788 votos. Romeo gana no tanto por el supuesto desacuerdo con Muzzopappa sino porque Cosentino pierde más de 1.200 votos, quedándose en 5.877. En perfecta sintonía con lo que ya ha ocurrido en Cosenza y Catanzaro.

Muchos comentarios hablan de un resultado histórico para la centroizquierda. Y sin duda así es, tras haber conquistado el municipio de Vibo por el que nadie habría apostado ni un duro. Pero hay que entender: si por histórico entendemos haber conquistado el edificio municipal, bien puede ser, si por histórico entendemos querer perseguir metas y objetivos de cambio radical, entonces aquí surgen algunas dudas. Después de todo, hace no más de 15 años hubo una administración progresista encabezada por Franco Sammarco. Una administración decente comparada con las que vinieron después pero que tuvo en su seno a personas como Vito Pitaro, que hoy parece querer volver a casa y Tonino Daffinà, que hoy es un pilar del centroderecha.

La duda sobre la fuerza disruptiva real no surge de nuestra malicia sino de cómo se desarrolló toda la campaña electoral hasta el recurso del abogado Muzzopappa a favor de Enzo Romeo. La coalición de centro es el espejo reflejo del sistema de poder de centroderecha en Vibo Valentia. Vito Pitaro, padre de la coalición, rompe con María Limardo porque ella no obedeció sus deseos e instrucciones. Romeo y Muzzopappa han negado la existencia de acuerdos entre ellosnegaron reuniones cercanas, intercambios de poder y posiciones dispuestas a devolver los votos recibidos por el centro izquierda. Esperamos que los hechos demuestren la inexistencia de convenios y convenios. Por supuesto, nos sorprende mucho ver la foto en Facebook del abrazo fraternal y solidario entre ambos la noche de la victoria de Romeo. No está claro por qué la cautela mostrada hasta el cierre de las urnas desaparece públicamente. Como dos amantes que ocultan su aventura y luego salen a la luz impunemente. Sorprenden también las palabras de Romeo al agradecer a Muzzopappa: “Le agradezco porque dirigió hacia mí el deseo de cambio, dado que no había logrado llegar a las urnas”.

Y luego también aconsejamos a Enzo Romeo que vaya y mire los datos asiento por asiento. En Piscopio, casa de Vito Pitaro, se encuentra el único escaño donde Cosentino gana votos respecto a la primera vuelta, pasando de 213 a 237. Se nos dirá que el abrazo fue una cuestión de cortesía y educación, ante un adversario que viene a felicitarse. Tal vez, pero un poco de etiqueta y mayor desapego no habrían venido mal. Realmente parecían viejos amigos reuniéndose y mirándose con complicidad y picardía por el éxito que habían tenido. Sin embargo, la primera verificación se producirá con la elección del Primer Ministro y del Consejo. Estaremos aquí para dar cuenta de todo y hacer público todo lo que pase. Si el accurduni estuvo ahí, tarde o temprano saldrá a la luz. Y ese día no quisiéramos estar en el lugar de todas esas personas que celebran hoy porque creen que en Vibo ocurrió un hecho histórico, casi revolucionario. El tiempo dirá…

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