GÉNOVA
Aldo Spinelli “todavía puede contaminar las pruebas” y, sobre todo, “todavía puede corromper”. Por estos motivos, la jueza de instrucción Paola Faggioni rechazó, por segunda vez, el pedido del anciano empresario portuario con el que, a través de los abogados Sandro Vaccaro y Andrea Vernazza, solicitaba la sustitución de la restricción por una interdicción. Spinelli se encuentra bajo arresto domiciliario por corrupción desde el 7 de mayo, al igual que el presidente de la región de Liguria, Giovanni Toti. Los fiscales habían emitido una opinión negativa. Ahora los abogados apelarán a la Revisión. Según el juez de instrucción, es cierto que casi todos los testigos principales del asunto han sido oídos, pero aún quedan por escuchar a algunos funcionarios de la Región. El juez luego se refiere a episodios recientes que surgieron del análisis de los teléfonos celulares incautados el día de las detenciones. Por último, según informó el juez de instrucción, el encuentro que Spinelli y Toti mantuvieron, entre los días 23 y 24 de marzo, en el Principado de Mónaco.
Mientras tanto, el 8 de julio está prevista la audiencia de revisión para la discusión del recurso presentado por Stefano Savi, abogado de Toti. La decisión de los jueces, que no entrarán en el fondo de las acusaciones sino que sólo deberán establecer si aún existen para el gobernador las necesidades cautelares de arresto domiciliario, llegará el 15 de julio.
Mientras tanto, Paolo Signorini, ex presidente del puerto de Génova que acabó en prisión durante la investigación y ex director general de Iren, fue despedido de la empresa “por causa objetiva y justa”. Así lo decidió el consejo de administración, “teniendo en cuenta la investigación realizada tanto por la Comisión de Retribuciones y Nombramientos como por la Comisión de Control, Riesgos y Sostenibilidad”.
